Según detalla el portal iProfesional, sin embargo, aunque todo parece listo para obligar a los bancos a desarmar sus posiciones en Leliqs y que usen esos pesos para comprar bonos, en el Palacio de Hacienda aún evalúan cuánto podría esta decisión perjudicar a la banca pública, poseedora de una buena cantidad de Leliqs.
En el Palacio de Hacienda aseguran que la decisión está tomada. Aunque prefieren no dar detalles de cómo será el bono que les entregarán a los bancos a cambio de las Leliqs. Y les preocupa cómo esto pueda impactar en la rentabilidad de los bancos públicos, principales tenedores de estas letras.
La rentablidad de los bancos privados, no les preocupa. “Hay que desarrollar herramientas para que, en algún momento, el remanente que hay de timba financiera se resuelva”, aseguran en los pasillos de Gobierno.
Y recuerdan que, la semana pasada, la tasa que pagaron las Leliq fue del 38%, mientras que un bono que se colocó se hizo con un rendimiento del 31%, siete puntos porcentuales menos.
En el Central, no dicen demasiado. Pero en el Gobierno aseguran que a Miguel Pesce no le gusta demasiado la idea de tener que informarle a los bancos que les cambiarán un instrumento financiero de alta liquidez y alto rendimiento, por uno de menor liquidez y significará inmovilizar los fondos por un plazo mayor.