El jueves se conocerá el índice de diciembre, que el mercado espera por encima del 5% y el Ministerio de Economía, por debajo de ese número. El IPC anual habría terminado en torno del 95% y el equipo económico apunta a bajarla 30 puntos en 2023
El Gobierno estima que la inflación de diciembre estuvo por debajo del 5 por ciento. EFE/ Juan Ignacio Roncoroni
Este jueves el Indec dará a conocer el índice de inflación de diciembre y quedará cerrada la cifra de suba de precios de 2022, que marcará el número más alto desde 1991 en la salida de la hiperinflación. El Ministerio de Economía buscará desde recién arrancado el año desplegar una agenda de medidas macroeconómicas y de acuerdos de precios para cumplir con su proyección de recorte de unos 35 puntos porcentuales este año.
El ministro de Economía Sergio Massa aseguró que en diciembre la inflación quedará por debajo del 5% mensual tras el 4,9% que había marcado noviembre y ratificó la idea de una serie de “metas” cortas por las cuales el equipo económico proyecta la desaceleración de la inflación, a razón de un punto porcentual menos cada dos meses y medio. Si así fuera, en abril la economía debería funcionar con un ritmo de suba de precios que inicie con el 3 por ciento.
Por lo pronto, este jueves el Indec publicará el último dato de inflación mensual del 2022 y quedará determinado cuál fue el IPC anual del año que terminó, que será el más elevado en más de tres décadas, con algunos picos mensuales en marzo (6,7%) y en el bimestre julio y agosto, con 7,4% y 7%, respectivamente. Los aumentos de precios internacionales que siguieron a la guerra en Ucrania y los desequilibrios macroeconómicos prepararon el terreno para un ritmo de precios que aceleró a casi el doble, en comparación con el 50,1% con que había cerrado el 2021.
La última desaceleración de los dos meses finales del año evitaron que el IPC anual trepara hasta las tres cifras. De acuerdo a estimaciones de algunas de las consultoras que hacen seguimientos de precios, el índice de diciembre fue superior al 5%, más allá de la expectativa del Ministerio de Economía.
La consultora LCG publicó en un informe reciente que “para el último mes del año esperamos que el índice marque una variación en torno al 5,3% mensual, cerrando el año con una variación del 95% anual (72% promedio interanual). Esta evolución del nivel de precios sería resultado de una variación de Alimentos y Bebidas que desacelera (3,3% mensual según nuestro relevamiento; -0,3 puntos porcentuales vs. noviembre), la cual aportaría cerca de un 1 punto al índice total”, explicaron.
“Por otra parte, las categorías reguladas del índice serían las que aportarían la mayor incidencia, producto de varios aumentos que ocurrieron durante el mes: tarifas (aproximadamente 14%), transporte público (40%), prepagas (6,9%), combustibles (4%), telefonía celular (9,8%) y educación (14,5%); en suma, estos incrementos aportarían casi 3 puntos adicionales sobre el total. Con este resultado, el año 2022 terminaría con la mayor inflación anual en 30 años”, cerraron.
Por su parte, en un muestreo que se limita al Gran Buenos Aires, C&T Asesores Económicos mencionó que “el relevamiento de precios presentó un incremento mensual de 6,2% en diciembre, por lo que 2022 cerró con un aumento de 97,4%, el mayor desde 1990″, apuntaron. “La variación mensual de diciembre fue similar a la de noviembre pero superior a la de diciembre de 2021 (4,5 por ciento)”, estimaron.
“El rubro de mayor suba mensual fue esparcimiento, impulsado por los componentes relacionados con el turismo, que tienen un pico en este mes por el comienzo de la temporada de verano. Le siguió educación por el ajuste autorizado por el gobierno a los colegios de la región. En vivienda se destacó el aumento de las expensas por el efecto del aguinaldo y el bono para los encargados de edificios”, enumeró C&T.
Por último, respecto de los alimentos, señaló el informe que “siguiendo con la moderación de noviembre, alimentos y bebidas fue el rubro de menor incremento en el mes: 3,8 por ciento. Las bebidas, los aceites, las frutas y los derivados de la harina aportaron a esa moderación, mientras que la carne retomó la suba”, concluyeron.
En tanto, que EcoGo proyectó que el IPC de diciembre fue de 5,2% y que la inflación anual del 2022 terminó en 95 por ciento. “Si bien diciembre sería levemente más alto, se explicaría por cuestiones estacionales vinculadas a las fiestas y al comienzo de vacaciones. Esto da un poco de aire y permite ordenar -aunque sea un poco- los precios relativos. Así, algunos bienes y servicios regulados experimentaron subas en diciembre. Entre ellos destacan los aumentos en prepagas (6,9%), combustibles (4%), colegios privados en CABA (14,5%), en PBA (10%), cigarrillos (9,1%), entre otros”, apuntó la consultora en un informe.
El programa de Precios Justos tuvo un efecto en el ritmo de aumentos de los alimentos
“La inflación de diciembre alcanzaría el 5,2 por ciento. Si montamos este dato a los publicados por el Indec hasta noviembre, el 2022 cerraría con una inflación del 95 por ciento. El Gobierno continúa haciendo malabares para mantener la economía funcionando sin devaluar y aunque la inflación parece haber cedido en el final del año y los acuerdos de precios -con los precios de las carnes y las verduras a favor- habiendo surtido efecto, sin un plan de estabilización en el horizonte, la situación se perfila compleja”, cerró.
En un sondeo más específico, un relevamiento de los 57 productos de la Canasta Básica de Alimentos (CBA) que mide el llamado “Índice Barrial de Precios” elaborado por el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Isepci) mostró que los precios de los alimentos en diciembre aumentaron 3,57%, mientras que a lo largo del 2022 crecieron 101,36 por ciento, bien por encima del índice general.
“Así es que, una familia de dos adultos/as y dos menores que doce meses atrás precisaba $31,849,95 para adquirir sus alimentos indispensables, en el último mes del año pasado necesitó $64,134,25 –o sea más del doble que en diciembre 2021- para comprar los mismos productos”, estimó ese centro de estudios que dirige Isaac Rudnik. “En diciembre las frutas y verduras aumentaron 10%, mientras que a lo largo de 2022 el incremento fue de 191,16 por ciento. La suba de los productos de almacén fue respectivamente de 1,99 y 108,04%, y los cortes de carne 1,81 y 56,63%”, continuó.
La canasta básica total (que además de alimentos contempla gastos del hogar, transporte, indumentaria, educación y salud, entre otros) tuvo una suba a lo largo del año pasado de 95,54%, en línea con el IPC general esperado para todo el 2022. “Los alimentos fueron el motor de los aumentos de la Canasta Básica Total y el promedio de sus incrementos estuvieron por encima de los que hubo en la mayoría de los rubros que la conforman. Sin embargo, en los últimos meses se observa un cambio en esta tendencia de la mano de subas importantes en gastos del hogar, electricidad, y otros similares”, concluyó Isepci.
La encuesta más amplia que hace el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central entre consultoras, bancos y fondos inversores reflejó que para diciembre el IPC esperado por el sector privado fue de 5,5 por ciento. A diferencia del camino que imagina el Ministerio de Economía, los participantes de esa encuesta avizoran una nueva aceleración de precios en los primeros meses del año: 5,6% en enero, 5,7% en febrero y 6% en marzo, para recién en ese momento iniciar una lenta desaceleración.
La inflación «barrial» superó el 100%, según un relevamiento hecho por un centro de estudios. (AP Foto/Rodrigo Abd, Archivo)
Para el REM, además, el 2022 terminará por mostrar un incremento de precios anual de 95,5%, unos 3,5 puntos porcentuales menos de lo que habían estimado antes del IPC de noviembre, que fue marcadamente más bajo de lo que esperaba el mercado. La expectativa de 2023, para el Ministerio de Economía, es recortar la inflación anual a ritmo de 60%, aunque el sector privado proyecta un índice de precios aún mayor al de 2022: 98,4 por ciento.
Para enero los primeros números muestran una aceleración de alimentos, según el relevamiento que hace LCG. “Durante la primera semana del año, el índice de Alimentos y Bebidas LCG marcó un incremento del 2,3% semanal, el mayor valor en doce semanas. Se observó una aceleración de 1,5 puntos respecto a la semana previa, principalmente impulsado por un aumento de las frutas del 8% y de las comidas listas del 5 por ciento. Adicionalmente, esta semana el porcentaje de productos con aumento de precios escaló al 40% de la canasta, marcando el valor más alto de toda la serie relevada (desde 2020). La inflación promedio mensual cerró en un 3,8%, acelerando 0,5 puntos respecto al cierre del mes de diciembre, alcanzando el mayor valor luego de cinco semanas en las que osciló en torno al 3,5% mensual”, concluyeron.
Para el ministro Segio Massa, el objetivo del equipo económico será “tratar de estacionar alrededor del 5%”, el IPC de enero, mencionó en una entrevista con el diario Perfil. “El número de noviembre nos llamó la atención porque se produjo sobre todo en alimentos y en indumentaria, que fueron los dos acuerdos más importantes que cerramos, una desaceleración muy fuerte. Eso, de alguna manera, nos permite mostrar que noviembre termina con 4,9% y que diciembre, de acuerdo a la proyección de la Secretaría de Programación Económica, estaría también con el cuatro adelante”, mencionó.
“Marzo, estacionalmente, es un mes complejo en el que tenemos que empezar a trabajar ya, empezamos a trabajar en canasta escolar, empezamos a trabajar en lo que es escuelas, empezamos a trabajar también en lo que es el sendero de paritarias. Estamos ya avanzando con las primeras paritarias textiles, colectiveros y bancarios. En paralelo estamos con el programa financiero, y además con el programa con el que seguimos adelante, de fortalecimiento, de acumulación de reservas”, apuntó el jefe del Palacio de Hacienda.
Un esquema de cuatro patas es el que guía al equipo económico para hacer desacelerar el ritmo de precios. La reducción del déficit fiscal que ponga un tope al gasto público y las necesidades de financiamiento, ligado a ese motivo un límite a la emisión monetaria dirigida a la asistencia al Tesoro, y la acumulación de reservas en el Banco Central. Los tres son objetivos explícitos en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y forman parte del arco de medidas macroeconómicas. La cuarta pata es la del mecanismo de acuerdos y control de precios.
Massa, en esa entrevista, además, planteó que enviará al Congreso un proyecto de ley para darle al Indec el carácter de ente autárquico, “para que no haya en la Argentina ningún gobierno que pueda trabajar en la manipulación estadística”, mencionó. Actualmente el director de ese organismo, Marco Lavagna, es un economista de vínculo muy cercano con el ministro de Economía, e incluso actúa como asesor en relaciones financieras internacionales.
Para la economista de C&T Asesores Económicos María Castiglioni Cotter, “me parece bien que tenga autarquía el Indec, es fundamental que sea independiente, es importante a quién se nombre, sus vinculaciones políticas. Es una señal importante, además de tener gente técnica idónea. Tener buenos indicadores no soluciona los problemas pero por lo menos permite tener diagnósticos certeros”,
f:Infobae