Karina Milei deja fuera a Villarruel de un acto con las Fuerzas Armadas, aumentando la tensión con el Presidente
La tensión en la Casa Rosada se intensificó cuando Karina Milei, hermana y principal asesora del presidente Javier Milei, excluyó a la vicepresidenta Victoria Villarruel de un acto oficial en el Ministerio de Defensa. La ceremonia, que incluía la entrega de despachos y sables a altos mandos militares, fue presidida por Javier Milei, pero Villarruel, conocida por su identificación con el área castrense, no fue invitada.
Este desaire se produce en un contexto de creciente tensión entre Villarruel y el entorno de Milei. Fuentes parlamentarias confirmaron que la Casa Rosada no extendió una invitación formal a la vicepresidenta, lo cual es inusual, dado que los ascensos militares son aprobados por el Senado, donde Villarruel tiene un papel clave.
La exclusión de Villarruel parece estar relacionada con su reciente participación en una cena con empresarios en el Council of the Americas, donde se mostró junto a Susan Segal y el embajador estadounidense en Argentina, Marc Stanley. La relación de Villarruel con Stanley ha generado incomodidad en la Casa Rosada, especialmente porque la vicepresidenta se reunió con el embajador sin consultar previamente a Milei, lo que tensó aún más su vínculo con el presidente.
La decisión de Karina Milei de dejar fuera a Villarruel del acto en el Ministerio de Defensa ha sido vista como una represalia por su «audacia» en establecer contactos con figuras de poder en Estados Unidos, algo que irritó a la Casa Rosada. Según una fuente del gobierno, Karina decidió «dejarla fuera en un terreno donde debía ser protagonista», refiriéndose al acto militar.
Además, la relación entre Karina Milei y Villarruel se ha deteriorado debido a diferencias en la conformación de la Bicameral de Inteligencia, donde cada una ha apoyado a diferentes candidatos, exacerbando la rivalidad entre ambas.
En los pasillos del Senado se rumorea que Villarruel fue invitada personalmente por el embajador Stanley a la cena del Council of the Americas, lo que habría generado más fricciones dentro del gobierno. Un colaborador cercano a la vicepresidenta comentó con ironía que «mientras Milei se esfuerza por mostrar el más mínimo elogio de Trump, Villarruel tiene contactos con el poder estadounidense sin despeinarse».
Este conflicto interno podría tener implicaciones significativas para la dinámica de poder dentro del gobierno y para las futuras relaciones internacionales de Argentina.