Los alojamientos más afectados son los que están ubicados en los grandes conglomerados, ya que el poco turismo que se movilizó lo hizo a lugares más alejados y cerca de la naturaleza.

La crisis económica que provocó el coronavirus golpeó fuerte al sector hotelero, sobre todo en aquellos ubicados en conglomerados urbanos, ya que el poco turismo que se movilizó en pandemia eligió lugares alejados y más cerca de la naturaleza.

Según una estadística que realizó la Asociación de Hoteles de Turismo, en el país cerraron sus puertas 1.700 hoteles que representan el 10% de esas empresas.

«La hotelería y la gastronomía emplean a unas 700.000 personas de manera directa e indirecta en todo el país. Y en el camino se han quedado unos 10.000 emprendimientos en total. Lo que se mostró en el verano es que los más golpeados fueron los de las ciudades, Mendoza por ejemplo fue elegida por lugares como el Valle de Uco, Potrerillos y San Rafael, pero los centros urbanos han tenido una ocupación muy baja y por lo tanto fue muy mala la ocupación de la gastronomía», describió Edmundo Day, vicepresidente de la Asociación Empresaria Gastronómica, Hotelera y Afines de Mendoza a Radio Nihuil.

Esta estadística también lleva el registro de aquellos emprendimientos hoteleros y gastronómicos que se resisten al cierre, pero prefieren no abrir porque hacerlo le generaría más pérdidas que ingresos.

Por ejemplo, Mendoza que es una importante plaza turística, según los datos de AEGHA, tenía unos 3.000 establecimientos y unos 10.000 empleados vinculados a la hotelería y la gastronomía, de esos hay un 25% que no pudo hacer frente a la crisis, informó Diario Uno.

“Nuestro sector cayó 5 veces más que la economía argentina que tuvo una caída de 10 puntos», apuntó Day.