lunes, septiembre 30

La suba del dólar tarjeta no frena la sangría y el BCRA ya pierde u$s1.500 millones por trimestre

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Sin posibilidad de ajustar por precio, el Gobierno podría mantener el tipo de cambio alto a costa de un déficit en la cuenta «servicios».

Dólar tarjeta: al Banco Central (BCRA) se le siguen escapando divisas por esta vía y por trimestre ya se acumula una pérdida de u$s1.500 millones.
Dólar tarjeta: al Banco Central (BCRA) se le siguen escapando divisas por esta vía y por trimestre ya se acumula una pérdida de u$s1.500 millones. Depositphotos

El dólar tarjeta superó los $1.580 y es actualmente el tipo de cambio más caro del mercado. Sin embargo, pese a la diferencia existente con los dólares financieros de más de $300 por dólar, al Banco Central (BCRA) se le siguen escapando divisas por esta vía y por trimestre ya se acumula una pérdida de u$s1.500 millones, según los cálculos de los analistas.

De acuerdo al informe Evolución del Mercado de Cambios y Balance Cambiario del mes de agosto, publicado por el Banco Central, la cuenta «servicios» registró un déficit de u$s566 millones en julio, resultando un 72% más negativo que los egresos netos del mismo mes del año previo. El resultado se explicó, sobre todo a los egresos netos en concepto de «viajes, pasajes y otros gastos con tarjeta» que representó u$s184 millones, un crecimiento respecto a lo que fue julio, en donde pese a la estacionalidad, se fueron u$s119 millones.

De acuerdo a la consultora Aurum Valores, la cuenta servicios se deteriora producto de la apreciación real que mantiene el tipo de cambio. «El BCRA ya pierde más de u$s1.500 millones por trimestre por esta vía, cifra que empeoraría en próximos meses».

Tal como esperábamos se agrava el déficit de la cuenta servicios producto de la fuerte apreciación real que mantiene el tipo de cambio. El BCRA ya pierde más de USD 1.500 M por trimestre por esta vía, cifra que empeoraría en próximos meses. pic.twitter.com/JeJ8AxO1Yu — Aurum (@Aurum_Valores) September 27, 2024

Este aumento de agosto, hace pensar que ese monto se agravará a medida que nos acerquemos a noviembre, diciembre, enero y febrero, meses estacionalmente con mayor demanda por efecto de las vacaciones. El encarecimiento de la Argentina producto de la apreciación de la moneda, provocó una contundente baja del turismo internacional mientras que el turismo emisivo se mantiene firme.

En esta misma sintonía, el INDEC reveló a través de un informe que el número de extranjeros que visitaron en agosto pasado cayó un 24,3% interanual, hasta las 810.800 personas.

En contraposición, en cuanto a los datos de turismo emisivo, el informe del INDEC precisa que en agosto salieron del país unos 916.800 residentes -un 26,7 % más que hace un año-, de los que 513.700 fueron turistas. Esta suba también está vinculada con cuestiones cambiarias, dado que la cotización del dólar quedó retrasada frente a la inflación (mediante un crawling peg del 2% mensual) lo que hace pensar que estamos ante un tipo de cambio «barato» para viajar al exterior, mucho más que en 2023 en términos relativos.

Qué pasará con los viajes al exterior tras la eliminación del impuesto PAIS

En septiembre comenzó a regir la baja del Impuesto PAIS que impactó en las operaciones de comercio exterior. La pregunta sobresaliente de este beneficio para este sector, se derivó inevitablemente a lo que ocurrirá con el Impuesto PAIS que afecta a las compras y viajes al exterior.

Teniendo en cuenta este panorama descripto anteriormente y ante la dificultad de que el precio sea un desincentivo para quienes decidan viajar al exterior, el Gobierno decidiría achicar por cantidad. Es decir, mantener un recargo en el dólar que afecta la cuenta «servicios» inclusive aunque se mantenga el déficit. Este cepo cambiario se mantendría vigente y se espera que esta pérdida de dólares sea compensada mediante el superávit de la balanza comercial, que tal como prevé el Presupuesto 2026, se estima en u$s20.000 millones para 2025.

Con la eliminación del Impuesto PAIS en diciembre, ese recargo del 30% podría ser reemplazado por un aumento a cuenta de Bienes Personales, aunque es algo que se encuentra en análisis y no está aún confirmado, a cargo de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).