La mayoría de los afectados tiene neumonía, bronquiolitis, síndromes bronquiales y crisis asmáticas. Piden estar atentos, ya que los bebés son los que más están en riesgo con estas enfermedades.
Los casos respiratorios no dan tregua. La ocupación de camas en la terapia intensiva o área crítica del hospital público Materno Infantil ronda entre el 95 y 97 por ciento actualmente, mientras que la ocupación en piso (cuidados intermedios) va entre el 75 y 80 por ciento. La mayoría de los cuadros son de neumonía, bronquiolitis, síndromes bronquiales y crisis asmáticas. El virus sincicial respiratorio (VRS) está a la cabeza de los diagnósticos, luego le sigue el rinovirus.
“Estamos muy ajustados con las camas en lo que es el área crítica”, precisó a El Tribuno la directora de Pediatría del hospital público Materno Infantil, Andrea Ávila.
El 25 de mayo pasado se atendieron 330 consultas en emergencia pediátrica, el 26 se asistieron 380, el 27 hubo 319 y el 28 se atendieron 323 consultas. El total de chicos que ingresaron a internación ronda entre los 86 y los 90. Más del 80 por ciento de los casos correspondían a respiratorios.
Al ser consultada sobre si se trata de un brote, respondió: “No hablamos todavía de brote. Lo que sí tenemos es incidencia de infecciones respiratorias agudas en menores de dos años. Es la población más afectada”.
Los casos respiratorios no dan tregua. La ocupación de camas en la terapia intensiva o área crítica del hospital público Materno Infantil ronda entre el 95 y 97 por ciento actualmente, mientras que la ocupación en piso (cuidados intermedios) va entre el 75 y 80 por ciento. La mayoría de los cuadros son de neumonía, bronquiolitis, síndromes bronquiales y crisis asmáticas. El virus sincicial respiratorio (VRS) está a la cabeza de los diagnósticos, luego le sigue el rinovirus.
“Estamos muy ajustados con las camas en lo que es el área crítica”, precisó a El Tribuno la directora de Pediatría del hospital público Materno Infantil, Andrea Ávila.
Añadió que a veces los pequeños necesitan intervenciones mucho más complejas que los niños más grandes y que por ese motivo tratan de extremar las medidas de prevención y piden a los adultos tomar recaudos. “Es clave mantener la lactancia materna exclusiva, una vacunación completa, ventilar los espacio, procurar la higiene de manos. Hay que tratar que los más chiquititos no se enfermen”, recomendó la doctora.
Explicó que vienen trabajando desde abril pasado en la campaña de invierno que incluye la capacitación a todo el personal del área operativa del hospital sobre el manejo de las salas de internaciones abreviadas que ayudan a que los chicos no lleguen a internarse prolongadamente. Las mismas están controladas por un médico y un enfermero.
También contempla la capacitación en cuanto a las medidas a implementar, el uso de medicamentos, su elaboración y como se efectúan los rescates. “Se ha ido trabajando intensamente en eso para estar preparados para esta época”, destacó Ávila.
Mencionó que la situación por los casos respiratorios era algo que se esperaba, aunque quizá no de la forma tan abrupta en que se está presentando en la parte de clínicas respiratorias en los más pequeños.
“Se hizo una sala de contingencia, se está trabajando con personal, se está reforzando el área crítica, porque es donde estamos con una ocupación casi del 97%”, sostuvo.
Insistió en la prevención. Ante síntomas respiratorios, sobre todo agitación, dificultad para respirar o aceleración, se debe consultar en el centro de salud más cercano al domicilio. “Sobre todo en los casos de bebés que no se puedan alimentar o tengan su sueño interrumpido”, enfatizó Ávila.
Clínicas y sanatorios
Fuentes del sector pediátrico privado refirieron que también hay un porcentaje de cuadros respiratorios similar al del ámbito público: de un 80 por ciento.
Al ser consultado por la situación, el médico Bernardo Biella explicó que en la época de otoño-invierno hay una enfermedad prevalente que es la bronquiolitis. “La produce un virus, el sincicial respiratorio. Si bien afecta a todas las edades, es específicamente grave en los lactantes, niños pequeños y bebés prematuros. Genera un cuadro de insuficiencia respiratoria severa con silbidos en el pecho y una tos que no tiene secreciones, con sensación de falta de aire, labios azules, la punta de la nariz azul, las puntas de las yemas de dedos azul. Los bebés no pueden tomar la mamadera, ni teta de un solo tirón, sino que lo hacen de forma entrecortada”, especificó.
El virus se contagia por vía respiratoria y tiene mucho que ver si los padres del bebé son tabaquistas, ya que esto puede influenciar de manera negativa al cuadro respiratorio.
f: Tribuno