La decisión implica un gran cambio a nivel mundial en términos de disponibilidad y accesibilidad. Hasta el momento, las dosis sólo podían preservarse entre 2°C y 8°C, temperaturas de refrigeración estándar, durante cinco días. Esta nueva extensión llega luego de que la FDA haya revisado los datos presentados por la farmacéutica de manera reciente.
“Esta decisión debería llevar a aumentar la disponibilidad de la vacuna a los ciudadanos estadounidenses debido a que se facilita las capacidades de los proveedores de vacunas, como, por ejemplo, las de las oficinas comunitarias para recibir, almacenar y administrar la vacuna”, ha dicho a la agencia el director del Centro de Evaluación e Investigación Biológica del FDA, Peter Marks.
La decisión ha llegado el mismo día que Canadá haya aprobado una medida similar “para permitir más flexibilidad en los planes de distribución”. La decisión podría resultar beneficiosa para aquellas infraestructuras remotas que tengan un transporte y una capacidad de almacenamiento deficiente.
La autorización de esta vacuna en diciembre llegó con el requerimiento de que debía ser almacenada a temperaturas de entre -80º y -60º grados centígrados, por lo que se construyeron contenedores expresamente para su almacenamiento.