Las inéditas fotos de la azafata de Aerolíneas que quebró en llanto: corrupción y cercanía al kirchnerismo
Mónica Herreros, una experimentada azafata de Aerolíneas Argentinas, rompió en llanto cuando el avión de la compañía estatal tocó suelo argentino con las 300.000 dosis de la vacuna rusa Sputnik V.
Según indica el sitio Impacto Periodismo, la protagonista está vinculada a José Angel Faggiolani, con quién aparece en los registros del Boletín Oficial conformando una SRL (sociedad de responsabilidad limitada) llamada Kape Aike
"Podría volar 100hs más, podría hacer ese vuelo una y mil veces. Esto es lo más fuerte que me ha pasado en 40 años de carrera. Es un ogullo."
— Alan Christian Longy 💚 (@AlanLongy) December 24, 2020
Habla la auxiliar de vuelo, Monica Faggiolani desde el avión de Aerolíneas Argentinas que trae las primeras dosis de la Sputnik V. pic.twitter.com/CmdbqIP752
José Ángel es un piloto que a finales de 2011 fue nombrado Jefe de Operaciones de la aerolínea de bandera, en la gestión de Mariano Recalde y habría sido elegido por la propia presidenta, por ese entonces, Cristina Kirchner, por conocerlo del Calafate, en Santa Cruz.La azafata Mónica Faggiolani, la del "llanto emotivo", es esposa de José Angel Faggiolani, un ex piloto del Calafate y ex empleado en la gestión de Recalde en AA.
— Sebastián Turtora (@SebiTurtora) December 26, 2020
Espontáneo nada. pic.twitter.com/DuYSxSOys9
Mi ciela la azafata "compungida" de Aerolíneas, declaró que no tiene relación con el Kirchenrismo. Quien es su marido? El Kirchnerista José Faggiolani, socio de Recalde, De Vido, ex jefe de operaciones y funcionario de Aerolíneas. Aplaudan fuerte, orcos. 👇👊 pic.twitter.com/QjcjHILcaZ
— Diego Álzaga Unzué (@atlanticsurff) December 27, 2020
La azafata K tiene un álbum familiar viajando en el mundial de Sudáfrica en 2010, con la bandera de aerolíneas a todos lados.
Un dato a tener en cuenta: Faggiolani silenció un fuerte hecho de corrupción en 2009. La empresa estatal a cargo de Recalde perdía millones de pesos diarios y salía a la luz un nuevo escándalo; había gastado una fortuna en dólares para que 15 pilotos viajen a Nueva Zelanda con sus esposas, para entrenar en un simulador de vuelo, pero existía uno igual en Ezeiza.
