El mercado de abastos de Wuhan es considerado como el lugar en donde podría haberse originado el coronavirus. En este lugar, que ahora está en vista de todo el mundo, se podía encontrar comercio de especies ilegales, una práctica que ha continuado con la vista gorda de las autoridades locales.
En ese local se vendían animales vivos que van desde ratas, coyotes y salamandras gigantes a lobos y civetas. El director del Centro Nacional de Control y de Prevención de Enfermedades, Gao Fu, admitió que había ventas ilegales en dicho lugar, pero evitó confirmar que el brote sea de origen animal.
Muchas especies exóticas todavía se consumen ampliamente en China y otros países del continente, donde se consideran un manjar y se cree que traen supuestos beneficios para la salud que no han sido probados por la ciencia.
Se cree que los murciélagos han engendrado el SARS (siglas en inglés del Síndrome Respiratorio Agudo Severo), que entre 2002 y 2003 mató a cientos de personas en Asia, principalmente en China. Luego de esta epidemia, China tomó medidas enérgicas contra el consumo de civetas y algunas otras especies, pero los conservacionistas denuncian que el comercio continúa, y así lo muestran las fotos.
Según estudios, el coronavirus pudo haberse originado en murciélagos o serpientes. Identificar a ese animal es importante, ya que podría ayudar a atajar la epidemia.