martes, noviembre 5

Las tres alternativas con el dólar que tiene Sergio Massa para calmar el frente cambiario y sumar reservas

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Luego de un “veranito”, los dólares financieros volvieron a ubicarse en torno a $300. Las escasas reservas en el BCRA y la falta de avances concretos reactivaron la desconfianza en los mercados. Economistas y empresarios delinean los pasos que puede seguir el ministro de Economía para sortear una nueva crisis.

Luego de tres semanas de tregua cambiaria, en coincidencia con la llegada de Sergio Massa al Ministerio de Economía, los dólares financieros volvieron a escalar y encendieron una vez más las luces de alerta, no solo del Gobierno sino del mercado. El MEP y el contado con liqui o CCL subieron 4,6% en la semana y se acercaron a los $300, mientras el dólar blue se mantiene firme en $295.

Ante la situación, que los economistas y empresarios relacionan con el bajo nivel de reservas y la “falta de avances concretos” en las medidas anunciadas a principios de mes por Massa, se abren escenarios cada vez más reducidos para sortear una nueva crisis del dólar y lograr estabilizar las variables: desdoblamiento del dólar para algunas actividades; un plan “aguantar” y una devaluación discreta aparecen como las cartas que baraja el mercado.

El dólar vuelve al centro del debate para estabilizar la macro

El empresario Antonio Aracre, ceo de Syngenta y cercano al exministro Martín Guzmán, expuso el fin de semana en Twitter la fórmula para normalizar la economía. “Si la semana próxima asume (como segundo de Massa, Gabriel) Rubinstein -noticia que se confirmó este domingo por la tarde-, desdobla el tipo de cambio (aunque sea tibiamente y para unos pocos ítems) y aplicar un torniquete antiinflacionario, antes de fin de año volvemos a tener una macro relativamente normal y previsible”.

El directivo dejó así al descubierto el debate en el que se concentran economistas y empresarios sobre las acciones que Massa puede seguir para revertir la crítica situación de las reservas del BCRA en meses en que se espera una fuerte reducción de la demanda de dólares por importaciones de energía pero que también suelen mermar la liquidación de dólares por parte del campo suelen.

Todo cuando la Argentina afrontará vencimientos con el FMI por US$7900 millones, que serán cubiertos con recursos del propio Fondo si el país pasa la revisión del segundo trimestre, y otros US$900 millones con otros organismos internacionales entre septiembre y diciembre, consignó la consultora Quantum.

Ante la situación, con un BCRA que sumó unos US$145 millones en las últimas ruedas tras una sangría de más de US$2200 millones en julio y los primeros días de agosto, y mientras se esperan cambios en el “dólar soja” para incentivar a los productores a desprenderse de su cosecha, el mercado bajara tres cursos de acción para que el ministro logre incentivar el ingreso y a la vez contener el goteo de reservas, resumió la consultora GMA Capital.

El BCRA logró comprar unos US$145 millones en las últimas ruedas por menor demanda del pago de importaciones de energía. (Foto: Mario Peredo / TN)
El BCRA logró comprar unos US$145 millones en las últimas ruedas por menor demanda del pago de importaciones de energía. (Foto: Mario Peredo / TN)

1. Una devaluación discreta como mecanismo para estabilizar

  • “Soltar las banderas”. En las condiciones actuales, un salto en el tipo de cambio no alcanzaría para corregir los desbalances externos, es un variante que no puede descartarse de pleno -dice GMA Capital– dado el bajo nivel de reservas, la elevada brecha (en torno a 116%) y el atraso cambiario, que representó una caída en términos reales de 24% desde el inicio de la actual gestión. “La ausencia de un plan consistente y la inflación anualizada de 3 dígitos configuran un punto de partida endeble y que podrían complejizar el comportamiento de las variables nominales” si se opta por devaluar el peso. Pero alerta que soltar el ancla cambiaria podría implicar no sólo un rápido traspaso a precios sino también una espiralización inflacionaria. Sucede que la transmisión desde el dólar hacia los precios suele ser más rápida en escenarios de alta inflación que en casos de baja nominales.

2. Reforzar el cepo al dólar aún cuando afecte la actividad

La segunda alternativa evaluada por GMA Capital puede resumirse como una continuidad del plan “aguantar” mediante un nuevo endurecimiento del cepo. “Es una alternativa de corte heterodoxo sería continuar con el esquema actual y sumarle nuevas restricciones cuantitativas sobre el acceso al dólar oficial”, señalan. Pero, alertan que, “aguantar no está exento de costos: agrava la falta de insumos, afecta el nivel de actividad y le inyecta combustible al drama inflacionario”.

Otro punto en contra de la alternativa de endurecer el cepo pasa por “que no incentiva de ninguna manera una mayor entrada de dólares. La brecha sería aún más alta, por lo que no se estaría solucionando ningún problema de fondo, más bien todo lo contrario. Al final, acarrearía recesión económica y desborde inflacionario.

3. El desdoblamiento del dólar es un escenario que muchos ya descuentan

Si bien el acuerdo con el FMI impide la existencia de tipos de cambio múltiples, un desdoblamiento cambiario podría brindarle al Gobierno algo de oxígeno en el corto plazo.

Los sectores en el eje de atención son turismo (para quienes ya hubo un dólar para extranjeros y el recargo a los gastos en el exterior con tarjeta para los viajeros argentinos), y el ahorro o solidario para quienes pueden comprar US$200 mensuales en los bancos.

“Un desdoblamiento del tipo de cambio sobre estos apartados en particular habilitaría la negociación de las operaciones asociadas a un precio más cercano al de mercado, y ayudaría al BCRA a morigerar la sangría”, consideran.

Entre los economistas, además se sigue de cerca la posibilidad de un tipo de cambio diferenciado para los profesiones tecnológicos que exporten servicios. El objetivo pasaría por incentivar a esos freelancers a que liquiden sus divisas en el MULC con un tipo de cambio más cercano a los financieros que al oficial, y que se sumaría a la posibilidad de depositar en cuentas locales y obtener los billetes norteamericanos hasta US$1200 anuales, habilitados desde junio.