El Ejecutivo avanzó con su proyecto para eliminar las elecciones internas sin coordinar con el PRO, la UCR ni Encuentro Federal, quienes conocían las intenciones, pero desconocen los detalles de la iniciativa.

El proyecto del oficialismo para eliminar las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) desató críticas y escepticismo en la oposición, que acusa a la Casa Rosada de actuar sin buscar consensos. El debate se anticipa tenso en un Congreso polarizado.

El anuncio del vocero presidencial, Manuel Adorni, sobre la presentación de un proyecto de ley para eliminar las PASO y modificar el financiamiento de los partidos políticos, generó un fuerte malestar en los principales bloques opositores.

Desde el PRO, la UCR y Encuentro Federal coincidieron en calificar la medida como unilateral y carente de diálogo político, acusando al Gobierno de buscar ventajas electorales mediante cambios a último momento.

“Es una maniobra de conveniencia política”

En el PRO, los dirigentes expresaron su rechazo inmediato. “Nos avisaron que lo iban a mandar, pero nunca nos invitaron a discutir. No estamos de acuerdo porque esto beneficia al oficialismo”, señalaron fuentes cercanas a Cristian Ritondo, jefe de bloque en Diputados. El espacio recuerda que tienen un proyecto propio que propone eliminar únicamente la obligatoriedad de las PASO, preservando el sistema para partidos que deseen realizar internas.

Desde la Unión Cívica Radical, el clima es de indignación. “Esto no es más que un anuncio para forzar a la oposición a rechazarlo y cargar con el costo político. Ya saben que no apoyamos la eliminación total de las PASO”, sostuvo un diputado cercano a Rodrigo de Loredo.

Encuentro Federal, por su parte, desestimó el proyecto del oficialismo y lo calificó como una estrategia mediática. “Es puro fulbito para la tribuna. Ni siquiera tienen asegurado el apoyo de sus aliados en el Congreso”, afirmó un legislador del espacio.

El proyecto llega en un momento crítico, con solo nueve días hábiles para el cierre de las sesiones ordinarias. Desde la oposición advierten que esta falta de tiempo refleja la improvisación del oficialismo y aseguran que cualquier intento de aprobar una reforma electoral en estas condiciones es “irresponsable”.

La norma no escrita del Parlamento establece que no deben realizarse cambios al sistema electoral en años previos a comicios. Sin embargo, el oficialismo argumenta que esta tradición no es vinculante y busca avanzar en sesiones extraordinarias previstas para diciembre.

Críticas al impacto del financiamiento privado

Otro de los puntos controvertidos del proyecto es la modificación del sistema de financiamiento de los partidos. Entre las medidas, se propone eliminar los espacios gratuitos en medios de comunicación y ampliar los aportes del sector privado. Esta iniciativa, según advierten desde la oposición, favorecería a los partidos con mayor capacidad económica, dejando en desventaja a las fuerzas emergentes.

“Lo que proponen es un sistema desigual, diseñado para beneficiar a los grandes partidos y eliminar a los más chicos”, alertó un referente opositor. También se busca eliminar el financiamiento público para las campañas, dejando un único aporte proporcional a los resultados electorales previos, lo que generaría un ahogo financiero para los partidos nuevos o con menor representación.

“Quieren imponer su agenda sin consenso”

El anuncio de Adorni generó una sensación de escepticismo generalizado entre los bloques opositores, que ven esta medida como una forma de imponer una agenda política sin consenso. “El Gobierno busca instalar este debate para tapar los problemas reales del país”, sentenció un legislador radical.