Nota extraída de TN por Bruno Yacono

La Vice se inclinó por un candidato propio que conversa con ella todas sus pasos. Cerca del aún ministro del Interior aseguran que es el candidato con “mejor imagen” aunque advierten que debe crecer en conocimiento.

Tras meses de especulaciones, este jueves finalmente se develó el misterio de la fórmula del kirchnerismo para las PASO: el candidato a presidente será el por ahora ministro del Interior Eduardo “Wado” de Pedro; y su compañero de fórmula Juan Manzur.

Esta vez no hubo “sorpresa”. A diferencia de 2019, el kirchnerismo ya había anticipado desde hace meses que “Wado” podía llegar a ser el postulante del espacio. La vicepresidenta Cristina Kirchner le dio la orden, a mediados, de marzo, que “camine”, es decir, que se mueva en clave electoral y se muestre en el conurbano y el interior.

En este sentido, hay una serie de motivos por los que Cristina Kirchner se inclinó finalmente por su alfil ultra K y desechó otras opciones como las del ministro de Economía Sergio Massa. Entre estas, en el kirchnerismo sostienen que “Wado” es el único candidato con margen de crecimiento de cara a las PASO y las generales. “Que lo logre es otra historia, pero Massa y Daniel Scioli tienen un techo, él no”, dicen en las filas de La Cámpora.

A lo largo de las últimas semanas, Cristina Kirchner dejó que Wado “creciera solo”. La Vicepresidenta quiso ver cuántos puntos podía sumar el ministro en las encuestas sin su apoyo explícito. En el entorno del ministro del Interior sostienen que en el último tiempo “creció bastante” su nivel de conocimiento, pero aceptan que aún debe crecer mucho más.

“No tenía sentido que ella le diera el apoyo hace un mes. Era preferible que él ganara exposición solo para que luego se le sumen los votos de Cristina Kirchner”, explican en La Cámpora. Desde ese momento Wado se mostró hiperactivo. “Es el funcionario que más viajes al interior realizó”, comentan.

Margen para crecer, ADN “K” y los votos de los gobernadores del norte: los motivos de la fórmula “Wado”-Manzur

Además, hay un factor clave para entender el motivo por el que “Wado” es el precandidato a Presidente de Unión por la Patria bendecido por el kirchnerismo. El ministro del Interior no da un paso sin consultarlo con Cristina Kirchner. Es un alfil ultra K, del riñón de la Vicepresidenta, que entendió que esta vez debía elegir a un candidato que no la desafíe, como ocurrió con el actual jefe de Estado Alberto Fernández.

Además, hay otro factor que incidió en la elección final. Cristina Kirchner sigue convencida de subir a la pelea electoral de Javier Milei, la gran novedad de esta elección. Para dar batalla, seleccionaron a De Pedro, el único postulante en el Frente de Todos que se puede presentar como una “novedad”.

Creen también que De Pedro, un dirigente del riñón camporista, pero moderado y de buen diálogo con el empresariado y los gobernadores, podría captar sin problemas parte del electorado de Sergio Massa y Daniel Scioli.

El desafío de De Pedro es ahora incrementar su nivel de conocimiento y lograr mostrar que su candidatura, poco y nada tiene que ver con los resultados de la gestión de Alberto Fernández. Algo extraño si se tiene en cuenta que es uno de los pocos ministros que está en el Gobierno desde sus inicios. Aquí una aclaración, “Wado” intentó renunciar a su cargo a mediados de 2021 tras la derrota en las legislativas de ese año. Lo hizo sin avisarle al Presidente en el que fue uno de los capítulos más álgidos de la interna.

Pero junto a “Wado” de Pedro estará Juan Manzur, que aportará oficio y votos al peronismo. El gobernador de Tucumán será el encargo de llevarle a la fórmula votos provenientes del norte del país. A modo de ejemplo, Tucumán es el sexto distrito en importancia del país, un dato no menor si se tiene en cuenta que a Unión por la Patria no le sobran los votos.

Manzur tuvo un muy buen desempeño en Tucumán, donde su candidato ganó con más del 56% de los votos.

El tucumano es, además, un hombre convencido de que el país debe alinearse con los Estados Unidos y tiene muy buen diálogo con la embajada norteamericana, dos factores claves a la hora de comenzar una eventual nueva negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI).