Las arcas menguantes de dólares del Banco Central obligaron al Gobierno a apretar aún más el grifo de salida de divisas vía importación; ¿en qué consiste la nueva medida?
El Banco Central afronta una de sus situaciones más delicadas desde que asumió el presidente, Alberto Fernández, en diciembre del 2019. Con las reservas por debajo de los 3000 millones de dólares, el Gobierno es consciente de que no podrá responder a la demanda importadora de un mes corriente.
Veamos el caso de noviembre del 2021, cuando las importaciones demandaron un total de 5.767 millones de dólares. Hoy, la liquidez del Banco Central no permite responder a esta demanda, ya que pese a contar con un saldo positivo en la balanza comercial, la entidad usa parte de sus dólares para intervenir en el mercado de cambios y evitar subas abruptas en el tipo de cambio oficial.
Con este panorama difícil, desde el Ejecutivo Nacional apelaron a una nueva traba para desalentar importaciones. Lo hizo a través de la AFIP, que anunció una nueva herramienta con la que controlará todos los pagos al exterior.
La nueva traba se denomina Sistema Integral de Monitoreo de Pagos al Exterior de Servicios (SIMPES) que -según el organismo- permitirá realizar una evaluación de la capacidad económica financiera de las empresas que realizan ese tipo de operaciones.
Según explicaron fuentes del organismo recaudador, el SIMPES será aplicable tanto a personas humanas, sucesiones indivisas y personas jurídicas que tengan que ejecutar pagos al exterior por cuenta propia o de terceros o actúen como ordenantes del pago para cancelar obligaciones propias o de terceros.
Además, la medida será retroactiva a todos los contratos de servicios celebrados con anterioridad a esta fecha, pero cuyos pagos aún no fueron concretados.
A través de la Resolución General 5135/2022, publicada este viernes (7/1) en el Boletín Oficial, la AFIP aclaró que el nuevo mecanismo es similar al que ya se utiliza para la importación de bienes.