sábado, septiembre 28

MEDITACION DEL EVANGELIO

0
101

MEDITACION DEL EVANGELIO🌾

Sábado 22 de Junio

Mateo 6,24-34

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Nadie puede servir a dos señores. Porque despreciará a uno y amará al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero.
Por eso os digo: no estéis agobiados por vuestra vida pensando qué vais a comer, ni por vuestro cuerpo pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad los pájaros del cielo: no siembran ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos?
¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida?
¿Por qué os agobiáis por el vestido? Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan. Y os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos. Pues si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se arroja al horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe? No andéis agobiados pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir. Los paganos se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre celestial que tenéis necesidad de todo eso.
Buscad sobre todo el reino de Dios y su justicia; y todo esto se os dará por añadidura. Por tanto, no os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le basta su desgracia».

Palabra del Señor
🌾 MEDITACION DEL EVANGELIO🌾

Mt 6, 24-34

💫¡Tu Señor!*

1) Austeridad:

La palabra pobreza fue usada de una manera abusiva, por eso quiero proponerte la palabra austeridad. Ser austero es saber vivir con lo que se tiene y buscar los elementos para vivir bien. Lo material sirve para vivir. El problema es cuando vivís para las cosas materiales o por las cosas materiales. Cuando ya vivís preocupado por las cosas materiales más que por tu familia, tu salud, o tu propia plenitud de vida, ya estamos en un gran problema.

2) Libertad:

No dejes que te tome aquel asfixiante estructuralismo. Esa situación que te lleva a vivir pegado a un sistema que te chupa, te absorbe y ya no te deja ser vos. Hoy pedile a Jesús ser auténtico y es allí que descubrirás qué cosas son las que te sirven para tu vida y qué no.

3) Preocupación:

Aprende a confiar y a entregar tu vida en las manos de Dios. Como decía Charles de Foucauld, en la Oración del abandono:
«Padre,
me pongo en tus manos.
Haz de mí lo que quieras,
sea lo que sea, te doy gracias.
Estoy dispuesto a todo,
lo acepto todo,
con tal de que tu voluntad se cumpla en mí
y en todas tus criaturas.
No deseo más, Padre.
Te confío mi alma,
te la doy con todo mi amor.
Porque te amo
y necesito darme a Ti,
ponerme en tus manos,
sin limitación, sin medida,
con una confianza infinita,
porque Tú eres mi Padre».
Algo bueno está por venir.