sábado, octubre 5

Murió «La Chancha» Ale, histórico capo mafia de Tucumán

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Entre sus historias delictivas se recuerda el caso Marita Verón. Si bien Susana Trimarco no pudo encontrar nunca a su hija, fue la única que tuvo el coraje de enfrentarlo y desenmascararlo.

Foto gentileza La Voz

Foto gentileza La Voz

Murió el capo mafioso tucumano Rubén «La Chancha» Ale, barrabrava y ex presidente del club San Martin de Tucumán. Junto a su hermano, Ángel «El Mono», lideraron el denominado Clan Ale. Se lo investigó por innumerables hechos entre ellos la desaparición de Marita Verón.

Ale fue ganando popularidad en la tribuna del «Santo tucumano» hasta convertirse en dirigente del club y llegar a ser presidente. Encabezó lo que se denominó el Clan Ale, al que se endilgaron innumerables delitos ligados a la comercialización de drogas, secuestros y crímenes por los que en algunos casos fue condenado.

Uno de los casos más conocidos en Tucumán fue el asesinato de dos miembros de «Los Gardelitos» durante el fin de año de 1986. Las crónicas de la época informaban sobre la brutal muerte de tres individuos de en un automóvil que fueron acribillados a balazos por sujetos que viajaban en una camioneta. Según el relato de la época, los hombres de «La chancha» interceptaron a sus víctimas sobre la avenida Roca al 200 y abrieron fuego sin miramientos. Dos de los «gardelitos» murieron en el acto y un tercero resultó herido de gravedad. El hecho causó gran conmoción entre la gente que caminaba por el lugar al observar el alevoso ataque al estilo «El Padrino». Los investigadores dijeron que se trató de un ajuste de cuentas entre bandas que actuaban al margen de la ley. Lo que hoy se conoce como una disputa territorial por la venta de drogas. Por este caso por el que fueron procesados La chancha y el mono Ale junto con otros integrantes del clan pero finalmente fueron absueltos.

Luego fue sospechado por el crimen de Juan Andrés Santillán, un policía tucumano asesinado ferozmente con las características típicas del clan y, sin embargo, por esta causa también quedó libre. Ya para ese entonces la «Chancha» Ale tenía mucho poder y dinero.

Durante la década del 90 quiso ser concejal, pero no tuvo suerte. Los ciudadanos conocían su fama de mafioso y no le dieron la oportunidad de ocupar una banca.

El caso Marita Verón hizo que su fama de mafioso se extendiera por todo el país. El 8 de febrero de 2012 comenzó un proceso judicial por la desaparición de María de los Ángeles «Marita» Verón ocurrido el 3 de abril de 2002. El caso fue relacionado con la trata de personas y la prostitución forzada, delitos que manejaba Ale

Por aquella época, los testigos que se animaron a hablar relataron que Marita había sido secuestrada para utilizarla en una fiesta sexual, su primer destino de explotación. La víctima había logrado escapar, pero la volvieron a atrapar. Una prostituta contó que pasó por manos de un proxeneta, quien la tuvo en su casa y a los dos días la vendió en 2500 pesos a una whiskería.

La madre de Marita, Susana Trimarco, vestida como una prostituta, se metió en los antros, pero lamentablemente no pudo encontrar a su hija. De todas maneras logró que el caso se convirtiera en un emblema y permitió realizar un mapa de la trata de personas.

Trimarco señaló entonces a la Chancha Alé como el máximo responsable del secuestro y desaparición de su hija. Sin embargo, Ale nunca fue condenado por este crimen. Estuvo investigada e imputada su ex pareja, María Jesús Rivero. En 2012, la justicia tucumana sentenció la absolución masiva de 13 imputados por considerar poco creíble la historia y las pruebas aportadas. Tras la lectura de la decisión judicial, estalló un escándalo nacional. Dos años después, Trimarco acusó a los jueces responsables del fallo de haber recibido 6 millones de dólares del clan, una denuncia que ratificó en la Justicia.

Finalmente, y luego de llegar a la Corte Suprema provincial, el clan Ale fue condenado a diez años de prisión por la desaparición de Marita Verón bajo sospechas de rapto y red de trata. La condena incluyó las imputaciones por narcotráfico, juego clandestino y lavado de dinero proveniente de los delitos de usura, extorsión y explotación económica del ejercicio de la prostitución.

En julio de 2021, la Sala II de la Cámara de Casación Penal de la Nación confirmó todas las condenas impuestas en 2017 a la banda liderada por los hermanos Ale e integrada por 11 personas más.