sábado, noviembre 9

«No somos Cáritas»: Cómo los jefes del Polo Obrero amenazaban a beneficiarios con sacarles los planes

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«No somos Cáritas»: Amenazas y extorsiones en el Polo Obrero a beneficiarios de planes sociales

TN revela por primera vez los documentos secuestrados en los allanamientos a los integrantes de la organización de Eduardo Belliboni. Desde los aprietes para asistir a marchas hasta los aportes obligatorios a la agrupación.

El lunes pasado, la Justicia procesó a Eduardo Belliboni, líder del Polo Obrero, por administración fraudulenta en perjuicio del Estado Nacional. Belliboni está acusado de desviar millones de pesos del programa Potenciar Trabajo hacia empresas que emitían facturas falsas para ocultar el destino final del dinero, que según el juez federal Sebastián Casanello, se utilizó para financiar las campañas del Partido Obrero (PO).

Los papeles que prueban cómo dirigentes del Polo Obrero amenazaban a titulares de planes. Foto: TN

No solo Belliboni recibió malas noticias judiciales. Un grupo de diez dirigentes del PO e integrantes de la Cooperativa El Resplandor Limitado también fueron procesados por el mismo delito. Además, algunos de estos dirigentes fueron acusados de extorsionar y amenazar a beneficiarios del programa Potenciar Trabajo, quitándoles un porcentaje del plan social y obligándolos a asistir a marchas.

Estas acciones se llevaron a cabo desde tres comedores bajo la órbita del Polo Obrero y El Resplandor Limitado: Mariano Ferreyra (barrio 1-11-14), La Carbonilla y Rivadavia I. La Justicia utilizó documentos hallados en allanamientos realizados en mayo pasado para respaldar las acusaciones. Los papeles incluyen listas de asistencia a marchas, notas que indican qué beneficiarios pagaron el aporte mensual obligatorio y listas de espera para obtener el plan.

TN accedió al material secuestrado por la Policía Federal y muestra por primera vez cómo era el sistema de aprietes a beneficiarios de planes sociales dentro de la estructura del Polo Obrero.

En el comedor Mariano Ferreyra se encontró un listado de asistencia a movilizaciones y una planilla titulada “Bajas Potenciar Trabajo x no movilización”. En una de las columnas se especifica el tiempo que un beneficiario “no participa” en las movilizaciones, lo que luego deviene en la baja del programa. La siguiente columna establece la fecha de la última marcha.

El reglamento del programa Potenciar Trabajo no establece ninguna obligación de asistir a marchas para conservar el plan. El programa solo requiere una contraprestación diaria de cuatro horas a cambio de la mitad de un salario mínimo vital y móvil.

Las indicaciones de una dirigente del Polo Obrero. Foto: TN.

En el mismo comedor se encontró un cuaderno con una anotación manuscrita que fija la política a adoptar respecto de aquellos que no concurren a actos partidarios. El título del texto es “Planes y suspensiones” y detalla lo siguiente:

“Se adoptó un criterio solo aquel que tenía cero luchas (chanta). Muchos compañeros van a decir que los van a denunciar (ustedes tienen que contestar que ustedes no pueden hacer nada con la contraprestación que tiene que cumplir). Que no somos beneficencia pública, ni Cáritas. Que el Polo Obrero no acepta que aporte y no luche.”

Los coordinadores, referentes y delegados de estos comedores eran: Jeremías Cantero (número 2 del Polo Obrero); Elizabeth del Carmen Palma (Presidenta de la Cooperativa El Resplandor Limitado); Gianna Puppo (acusada además del delito de amenazas coactivas en carácter de autor); María Isolda Dotti (en cuya casa se secuestraron USD 54 mil); Iván Ezequiel Candotti; Gustavo Guillermo Vásquez; Dina Patricia Iramain; Brisa Noelia Paucara Choque; Elizabeth Galindo Maman y Cinthya Delgado Vilches.

Para el juez Casanello y el fiscal Gerardo Pollicita, estas personas realizaron las siguientes acciones:

  • Convocaban a movilizaciones y otras actividades político-partidarias.
  • Registraban la asistencia de cada beneficiario.
  • Determinaban el alta, baja y/o continuidad del acceso a la asistencia estatal según el presentismo mínimo impuesto.
  • Imponían como condición de permanencia el aporte mensual del 2% del monto percibido del Estado (referido como “cápita”). Esa plata luego terminaba en las cuentas de la Asociación Civil Polo Obrero o del Resplandor Limitado.
  • Informaban el día y la fecha en que los delegados recibían en los comedores el pago del aporte, que debía hacerse en efectivo.
  • Llevaban un registro de aquellas personas que adeudaban el aporte y reiteraban la exigencia de cumplimiento por medio del chat grupal que operaba en WhatsApp.

En las casas de Cantero y Gianna Puppo se encontraron listados manuscritos titulados “baja cuadrilla” y “baja esencial”, con nombres y anotaciones vinculadas a “altas cuadrilla” y “altas esencial”.

En el comedor La Carbonilla, ubicado en manzana 2, edificio 15, casa 29, barrio La Carbonilla, se identificaron mensajes enviados por Delgado Vilches informando que iba a estar cobrando cápitas, es decir, los porcentajes del Potenciar Trabajo.

En el comedor Rivadavia I, ubicado en Camilo Torres 2066, se incautó un cuaderno con un listado de nombres bajo el título “Jornada de lucha Piquetera”, donde se observa una lista de espera de aquellos que debían ir a las marchas para recibir el plan social.

La Justicia determinó que dentro de la estructura del Polo Obrero se produjo un aprovechamiento de la posición de poder sobre los beneficiarios del programa social, exigiéndoles presencia en marchas o un aporte de dinero. Esto queda registrado en diversas conversaciones y chats analizados, como el mensaje de Vilches del 11 de octubre de 2023 en el grupo “Polo Obrero Carbonilla”:

“Compañeros estamos revisando el cuaderno de cápitas en el local para ir a rendir a Polo Capital.”

Las cápitas variaban entre $1500 y $5000, dependiendo de si había una multa por no asistir a una movilización.

En otro cuaderno se detallaba la rendición de cuentas. La estructura de recaudación era comandada por Cantero. Los beneficiarios recibían un pagaré como recibo del aporte de dinero. Los investigadores creen que la mitad de lo recaudado mensualmente iba a Polo Central (la organización de Belliboni), un 10% a Polo Capital y el resto al comedor.

En las cuentas bancarias de la Asociación Civil Polo Obrero y la Cooperativa El Resplandor Ltda se evidencian múltiples depósitos en efectivo, que serían el dinero recaudado ilegalmente. En el domicilio de Elizabeth Palma se secuestraron múltiples recibos de las cápitas en una caja roja.