El icónico filósofo fue pionero en ideas sobre el trato ético hacia los animales. En una época donde el veganismo no existía, él ya rechazaba el consumo de carne, basando su alimentación en sus profundas creencias filosóficas.

Pitágoras, el célebre matemático y filósofo griego del siglo VI a.C., no solo dejó huella con su teorema que aún se enseña en las aulas de todo el mundo. Lo que pocos saben es que este influyente pensador también tenía firmes convicciones sobre la alimentación y el trato hacia los animales. Su rechazo al consumo de carne y su defensa de la igualdad entre todas las criaturas vivas lo posicionan como un precursor del veganismo, un concepto que, aunque inexistente en su época, resonaba en sus ideas.

Aunque la historia lo recuerda principalmente por su teorema, su influencia fue mucho más allá de las matemáticas. Su filosofía abarcaba aspectos éticos y espirituales, destacándose por su creencia en la transmigración de las almas. Esta doctrina sostenía que las almas podían reencarnar tanto en humanos como en animales, lo que les otorgaba a todas las criaturas una igualdad esencial. Para Pitágoras, el respeto por la vida animal no era solo una cuestión de compasión, sino de justicia y equilibrio en el universo.

Este pensamiento filosófico influyó directamente en su postura sobre la alimentación. Pitágoras promovía una dieta basada exclusivamente en plantas y rechazaba el consumo de carne, una práctica poco común para su tiempo. Creía que, al alimentarse de animales, se estaba cometiendo una forma de injusticia hacia seres que compartían la misma esencia espiritual que los humanos.

¿Pitágoras, el primer vegano?

Aunque el término “vegano” no existía en la antigua Grecia, muchos historiadores consideran que las prácticas alimentarias de Pitágoras se asemejan a lo que hoy conocemos como veganismo. De hecho, hasta el siglo XIX, quienes evitaban la carne eran conocidos como “pitagóricos” en honor a su filosofía. Esta influencia llegó a tales niveles que, mucho antes de que el término “vegetariano” fuera acuñado en 1815, los seguidores de la dieta basada en plantas eran reconocidos por seguir los principios de Pitágoras.

Uno de los aspectos más destacados de la filosofía pitagórica era la importancia de la purificación del cuerpo y el alma. Según fuentes históricas, Pitágoras exigía a sus estudiantes seguir un ayuno estricto de 40 días antes de ser admitidos en su escuela. Durante este tiempo, los aspirantes debían abstenerse de cualquier alimento de origen animal y consumir solo plantas crudas, como parte de un proceso de purificación. Este enfoque en la pureza, tanto física como espiritual, estaba íntimamente relacionado con sus creencias sobre la alimentación y el respeto por todas las formas de vida.

Las ideas de Pitágoras sobre la alimentación y el trato hacia los animales no se desvanecieron con el tiempo. Su filosofía dejó una marca en generaciones posteriores, especialmente en la corriente conocida como el “vegetarianismo ético”. Diversas sectas y escuelas filosóficas adoptaron sus enseñanzas, promoviendo una vida en armonía con la naturaleza y evitando el consumo de carne. Esta visión ética sobre la alimentación, que para muchos era revolucionaria, influyó en el pensamiento de numerosos filósofos a lo largo de los siglos, desde la antigua Grecia hasta el Renacimiento.

Pitágoras y su legado en la actualidad

Hoy en día, Pitágoras es considerado un precursor del veganismo y el vegetarianismo moderno. Su defensa de la igualdad entre todas las criaturas vivientes y su rechazo al consumo de carne resuenan con las corrientes actuales que abogan por el respeto a los derechos de los animales y la sostenibilidad ambiental.

En una época donde el consumo de carne era parte de la vida cotidiana, la postura de Pitágoras fue sin duda innovadora y adelantada a su tiempo. Su convicción de que todos los seres vivos compartían una misma esencia espiritual y debían ser tratados con igualdad sigue siendo una inspiración para aquellos que defienden un estilo de vida ético y consciente en relación con los animales.