jueves, octubre 17

Por qué el consumo de carne no repunta pese a que aumentó muy por debajo de la inflación

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El consumo de carne vacuna está en el menor nivel en una década pero la suba de precios estuvo muy por debajo de la inflación. Al respecto, los especialistas sostiene que se debe a un cambio en la composición de los gastos de los hogares, donde los servicios, el transporte y el combustible se lleva la mayor parte del salario.

El consumo de carne vacuna está en el menor nivel en una década pero la suba de precios estuvo muy por debajo de la inflación. Al respecto, los especialistas sostiene que se debe a un cambio en la composición de los gastos de los hogares, donde los servicios, el transporte y el combustible se lleva la mayor parte del salario.

El Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) aseguró que el precio promedio en septiembre de los 24 diferentes cortes de carne vacuna fue de $7.800 el kilo, registrando una variación del 0,6% con respecto al mes anterior.

Así, en septiembre, los precios se movieron de la siguiente forma: matambre, tapa de asado y asado (+1,9%), el lomo (+1,5%) y el vacío (+1,4%). En cambio los cortes con mayores caídas en sus precios fueron la cuadrada (-0,5%) y la paleta (-0,2%).

Si se analiza el acumulado de los primeros nueve meses del año, que va desde enero-septiembre, los 24 cortes de carne vacuna tuvieron un incremento del 32% y la variación interanual de la inflación que se ubicó en el 151%.

¿Por qué no repunta el consumo pese a la moderación de precios?

Un informe de la consultora Sentimientos públicos publicado este mes arrojó que «alrededor del 40% de las personas encuestadas aseguraron haber reducido su consumo de carne, de café en establecimientos y de gratificaciones comestibles, como postres, golosinas o snacks».

“En un país con gastronomía premiada y altos niveles históricos de consumo de carne, se come cada vez peor. Menos insumos, menos gratificaciones. Es una sociedad que achica sus espacios de goce, pero también de sociabilidad”, aseguró el director de la consultora Sentimientos públicos, Hernán Vanoli.

Por otra parte, un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), proyecta que el consumo anual de carne vacuna por habitante promedio este año sea de sólo 44,8 kilos, por debajo del promedio histórico de 72,9 kilos. E incluso por debajo del piso de 1920, cuando se habían consumido 46,9 kilos per cápita por año.

La entidad estima además que el consumo total de carnes bovina, aviar y porcina en la Argentina podría ubicarse en todo el 2024 en torno a los 105,7 kilos por habitante, lo que significa que en promedio cada persona consumiría siete kilos menos de carnes en comparación al promedio de los últimos 10 años, cuando sumaron 112,8 kilos.

En cuánto a por qué se genera esta situación, desde las principales consultoras aseguran que cambió la composición de los gastos de los hogares: mientras que el índice de salarios aumentó 128,5% frente a noviembre de forma interanual, electricidad, gas y combustibles treparon un 320,2%, que se suma al incremento del 252,6% en los gastos de transporte público, entre otros servicios.