sábado, noviembre 9

¿Qué chances tiene Milei de ganar en la primera vuelta?

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Cada vez más cerca de las generales, la situación política es sumamente impredecible, pero el desempeño de Milei en las PASO se consolida, señala experto

A tan solo 7 días de las elecciones primarias (PASO), el gran interrogante en boca de todos es si Javier Milei tiene posibilidades concretas  de triunfar en la primera vuelta electoral.

En ese sentido, un destacado encuestador advierte: «Si las elecciones se celebraran hoy, Milei ganaría en la primera vuelta».

Cada vez más cerca de las elecciones generales, la situación política sigue siendo sumamente impredecible, y el desempeño de Milei en las PASO, donde obtuvo 7.1 millones de votos, equivalentes al 30.04% del total, parece consolidarse y probablemente aumente. Según las estadísticas más recientes, Milei ya estaría alcanzando un apoyo del 35-36%.

El especialista añade que Javier Milei atrae votantes de diversos sectores, incluyendo a los seguidores de Juntos por el Cambio (JxC) y Unidad por el Pueblo (UxP), así como aquellos que previamente no tenían una afiliación política clara. En tanto, su atractivo electoral va más allá de las ideologías tradicionales o las afiliaciones partidarias, lo que le añade un «efecto ganador» que lobeneficia en este momento.

En este escenario, es plausible considerar que Milei tenga la posibilidad de ganar las elecciones presidenciales del 22 de octubre y convertirse en el presidente de Argentina desde la misma noche de los comicios.

Qué necesita Milei para ganar la presidencia

Ahora bien, ¿qué necesita Milei para lograr una victoria en la primera vuelta? Los artículos 97 y 98 de la Constitución establecen los requisitos necesarios para ello:

-«Cuando la fórmula que resultare más votada en la primera vuelta, hubiere obtenido más del cuarenta y cinco por ciento de los votos afirmativos válidamente emitidos, sus integrantes serán proclamados como presidente y vicepresidente de la Nación».

.O: «Cuando la fórmula que resultare más votada en la primera vuelta hubiere obtenido el cuarenta por ciento por lo menos de los votos afirmativos válidamente emitidos y, además, existiere una diferencia mayor de diez puntos porcentuales respecto del total de los votos afirmativos válidamente emitidos sobre la fórmula que le sigue en número de votos, sus integrantes serán proclamados como presidente y vicepresidente de la Nación».

Milei sostiene que ganar la presidencia es una posibilidad real

Los analistas y encuestadores consideran que la segunda opción es viable en este momento, dado el ascenso de Milei, que se acerca al 40%. Hasta el momento, ni Patricia Bullrich ni Sergio Massa parecen estar superando el 30%.

Milei, por su parte, sostiene que ganar en la primera vuelta es una posibilidad real y que las claves para lograrlo son una rigurosa fiscalización y la capacidad de atraer a aquellos que se sienten desencantados con el sistema político actual.

La estrategia de Milei para acercarse a la Rosada

Tal vez uno de los síntomas más claros de que Javier Milei ya se ve cerca de la Casa Rosada es que empezó a expresar los síntomas del célebre «Teorema de Baglini», ese que plantea que la audacia de las propuestas es inversamente proporcional a la cercanía del poder.

El teorema fue propuesto, en tono humorístico, por en 1986 por Raúl Baglini, entonces legislador de la Unión Cívica Radical, durante la gestión alfonsinista. A modo de respuesta a las críticas de la oposición, Baglini sostenía que desde fuera del gobierno se suelen plantear propuestas irresponsables, pero que cuando la misma persona que los plantea ve que tiene chances de llegar al poder, las propuestas iniciales empiezan a suavizarse o relativizarse.

Como ese enunciado se comprobó cierto en innumerables ocasiones, la clase política argentina terminó por sacralizar el «teorema», y periódicamente comprueba su vigencia. En este momento, el interrogante es si Milei, frecuentemente descalificado como «loquito» por estilo vehemente y lo radical de sus propuestas, sostendrá sus posturas previas ahora que las PASO lo dejaron en la «pole position» para ganar la presidencia.

Milei planteó que se prepara para asumir en la eventualidad de que la crisis económica se profundice y Alberto Fernández tuviera que adelantar la entrega del mando. Y, por lo pronto, ya hubo varias señales en el sentido de que el candidato quiere transmitir tranquilidad a los sectores del público más asustados por sus iniciativas más controvertidas.

Para empezar, ya aclaró que el «plan motosierra» no implicará el despido masivo de empleados estatales ni tampoco la jubilación anticipada compulsiva entre el personal de las dependencias públicas.

También dijo que no tiene previsto eliminar ni disminuir los planes sociales, sino que quiere focalizarse en las distorsiones que genera la intermediación, es decir las dirigencias de las organizaciones sociales. 

El

El «plan motosierra» que promocionó Milei no implicaría despidos en el Estado ni un fin abrupto de los planes sociales

En ambos casos se enfatizó en la necesidad de que la meta es reducir la nómina de empleados estatales y la reducción de los planes sólo a casos muy específicos de incapacidad, también se admitió que para ello es necesario previamente instrumentar un programa de capacitación que permita que esa masa «redundante» que hoy percibe ingresos del Estado pueda estar en condiciones de trabajar en el sector privado.

Desde ya, se admite que tomará años y que será un esquema gradual.

También se suavizaron algunas propuestas de corte «noventista». Por ejemplo, el mismo Milei aclaró que algunos de los casos más icónicos, como el de la petrolera YPF, no sería vendida de inmediato. Y argumentó que era necesario un previo ordenamiento en el esquema energético del país.

«Vamos a usar YPF mientras que la reconstruimos y el caso de ENARSA para mejorar la transición para limpiar el desastre que hicieron los kirchneristas estos últimos 20 años», fijo el libertario.

Sí admitió que quiere avanzar con otras privatizaciones, pero se apuró a aclarar que eso no implicaría pérdidas de puestos de trabajo, ni siquiera en un caso tan emblemático de déficit estatal como el de Aerolíneas Argentinas.

Respecto de la reforma jubilatoria, sí se admitió que se estudia el regreso a un sistema de capitalización individual, pero se aclaró que no habrá un cambio en la edad jubilatoria. De hecho, hasta se menciona la posibilidad de jubilación a los 60 años pero que -como ocurre en varios países de Europa- haya un incentivo según el cual la jubilación base aumenta por cada año más que se permanece en el mercado de trabajo.

Otro de los puntos polémicos, el de la eliminación de la indemnización por despido, también fue relativizado. Se aclaró que la indemnización se cobrará, pero en un formato diferente al actual, con pagos mensuales durante dos años. Y que si la persona consigue trabajo antes de que finalice ese período, el dinero remanente irá a una cuenta del trabajador, que podrá usufructuar al momento del retiro.

Además, se aclaró que la financiación del nuevo esquema de seguro por despido no implicará un nuevo impuesto que caiga sobre la espalda de los trabajadores.

Incluso en temas sobre los que la gestión de Mauricio Macri había tenido mayor resistencia social, como el de los «tarifazos» de los servicios públicos, también hubo un esfuerzo por relativizar el impacto de la medida. Se admite que sí la idea es avanzar hacia una eliminación de los subsidios generales, pero que, al mismo tiempo, habrá una baja en los impuestos que inciden en las facturas finales de la electricidad, el gas y el agua. En definitiva, que ambos efectos terminarían por neutralizarse.

En el programa de privatizaciones de Milei, no se prevé la inclusión de YPF para una primera etapa

En el programa de privatizaciones de Milei, no se prevé la inclusión de YPF para una primera etapa

A la hora de explicar de dónde saldrán los cinco puntos de recorte del déficit fiscal que está prometiendo, el candidato menciona con especial énfasis el corte total de la obra pública, que pasaría a estar totalmente financiada por el sector privado.

Milei propuso «un régimen de iniciativa privada a la chilena donde el riesgo es asumido por los empresarios y la obra es pagada por los usuarios. Si el contrato es BOT, se arma un esquema financiero para facilitar el financiamiento, ya que esa obra pasará al Estado».

Suena al criticado PPP (esquema de participación público-privada) realizado durante la gestión macrista, que no dio los resultados esperados. Pero Milei argumenta que, gracias a una reforma legal que garantizará el efectivo cobro de los derechos de explotación a los concesionarios, logrará hacerlo eficiente. Desde ya, tampoco sería aplicable desde el primer momento, dado que requeriría la aprobación de un nuevo marco legal y un período de transición.

Ideas controversiales que no se implementarán

El gradualismo, inesperadamente, terminó transformándose en un concepto repetido por figuras de La Libertad Avanza. Por caso, el candidato a diputado Alberto Benegas Lynch dijo que el célebre sistema de vouchers para la educación pública, que tanta controversia ha creado, no se aplicará «en el primer período de gobierno de Milei».

Es decir, esa idea de cambiar el subsidio a estatal a las escuelas por un subsidio a los estudiantes -que podrían elegir la institución de su preferencia y así obligar a las escuelas a competir por mejorar su calidad-, y que se ha transformado en uno de los centros del debate con el peronismo, ni siquiera está previsto para su aplicación en los próximos cuatro años. Sería, según el candidato a diputado, una iniciativa a ser instrumentada en una fase posterior, es decir en el caso de que Milei pudiera acceder a un segundo mandato.

De igual modo, Benegas Lynch relativizó el lugar que tendrá en la agenda de un eventual gobierno Milei otras propuestas controversiales como las de la libertad para portar armas y la libre opción a la venta de órganos.

Dijo que esas definiciones de Milei habían sido dichas en el marco de «un debate académico» y que expresaban el ideario liberal de Milei, pero que no significaba que necesariamente existiera la intención de que fueran transformadas en leyes a aplicarse desde el inicio del gobierno.

En el caso de las armas, descartó de plano que Milei esté pensando en un régimen como el vigente en Estados Unidos, donde es posible para cualquier particular comprar armas en un supermercado. Dijo que se mantendría un sistema de tenencia de armas, con un «severo esquema de filtros y permisos legales».

El sistema de vouchers pa

El sistema de vouchers para elegir escuelas, una de las propuestas más polémicas, recién se aplicaría en un «segundo mandato» de Milei

La dolarización, también gradual

Y, hasta en aquellos temas que han levantado más polvareda, como el de la reforma monetaria y la eventual dolarización, también se han escuchado frases que relativizan la propuesta.

La dolarización, por ejemplo, según la candidata a diputada Diana Mondino, quedará condicionada a que previamente se pueda resolver el problema de las Leliqs en poder del Banco Central. Ese «déficit cuasifiscal» asciende hoy a $17 billones -equivale a U$s48.500 millones al cambio oficial o a u$s22.800 millones en la cotización del mercado paralelo- y los economistas estiman que tiene el potencial de generar una «bomba» inflacionaria.

El propio Milei dijo que todavía no está claro cuál sería el mecanismo por el cual se resolvería esta situación, aunque insinuó que una posibilidad es el canje de las Leliqs por bonos del Tesoro bajo ley de Nueva York.

El candidato estima que no habría un costo para el Estado, porque como esos bonos hoy cotizan apenas al 30% del valor nominal, con el cambio de expectativas que generaría el recambio gubernamental de inmediato subirían la cotización y se tornarían atractivos para los inversores. Agregó incluso que se piensa en poner un tope o «cap» de 60% de la cotización, lo cual le dejaría una ganancia de 100% a los inversores, mientras que el excedente sobre ese nivel sería un ingreso para las arcas fiscales de Argentina.

La dolarización propiamente dicha sería un esquema que vendría después de un período de convivencia de las monedas como circulante de curso legal. Y no estableció un período específico en el cual se podría pasar a la eventual dolarización definitiva.

En todo caso, aclaró que ese esquema debería ser aprobado en el Congreso y, si allí no obtuviera apoyo, ir a una decisión plebiscitaria.

La disyuntiva de la respuesta peronista

Esta relativa suavización del programa «libertario» ya es objeto de análisis en la vereda de enfrente. Los referentes de Unión por la Patria debaten respecto de cómo tomar esta «baglinización» de Milei.

En general, la idea que predomina es la de que, en realidad, el candidato opositor está determinado a avanzar con un programa de estilo «noventista» y que, para garantizarse un apoyo que le dé mayoría en el Congreso ya está en conversaciones con Mauricio Macri.

Se estima que el ex presidente, discretamente, está tejiendo la alianza por si se diera la eventualidad de que Patricia Bullrich quedara tercera en la elección y no pudiera llegar al balotaje.

Para algunos analistas del peronismo, la mejor actitud que debería tomar Massa es confrontar con Milei y ahondar en la denuncia sobre la «política anti derechos», como forma de recuperar los votos que había tenido el Frente de Todos en 2019.

Sin embargo, no hay unanimidad al respecto. En los últimos días trascendieron los análisis de referentes que creen que el éxito de Milei reside, precisamente, en haber elaborado un mensaje que llegó a la masa de trabajadores informales y cuentapropistas que no cuentan con los tradicionales mecanismos de protección del trabajo asalariado en relación de dependencia.

Mientras tanto, los encuestadores ya están abocados a indagar sobre el tema que desvela tanto al peronismo como a Juntos por el Cambio: si Milei puede incrementar en octubre el porcentaje de votos que consiguió en las PASO.