Pablo Salomón es el gerente general del hospital San Bernardo de la capital salteña. Ganó las elecciones el 25 de octubre de 2019 y fue designado el 8 de enero de 2020, poco antes de que se desatara la pandemia del coronavirus. Este viernes, a las 18, se llevarán a cabo nuevamente las elecciones para la conducción del centro asistencial. Salomón vuelve a postularse.

¿Cómo recibió el hospital?

Recibimos un hospital muy deteriorado, con falta de equipamiento, ediliciamente estaba casi en el abandono. Había una farmacia realmente para el olvido, con nada de gestión, donde habíamos recibido medicamentos vencidos. Había un lavadero privado dentro de la institución. Las cloacas estaban rotas. El agua servida caía al sótano.

¿Cuales fueron las primeras acciones que llevaron adelante?

Uno de los grandes desafíos fue la farmacia, porque no era algo digno. No teníamos equipamiento de ninguna índole. Somos un hospital quirúrgico y no teníamos laparoscopio. Comenzamos a gestionar todo este tipo de insumos, de bienes de uso y fuimos atropellados, porque la verdad que no sé qué otro adjetivo calificativo le tendría que poner, por la peor crisis sanitaria que el planeta haya conocido que fue la COVID-19.

¿Qué pasó a partir de la pandemia?

Cambiamos el perfil del hospital, de ser un hospital de agudos, ya que comenzó la cuarentena. Nos convertimos en un hospital donde, si bien no éramos el centro de referencia, fuimos el que mayor aporte sanitario le dio a la Provincia, porque le aportamos 170 camas al sistema. Pese a todos los inconvenientes que nos generó la pandemia, pudimos seguir creciendo, porque hicimos la primera unidad de asistencia respiratoria no invasiva del noroeste argentino, y la segunda del país. Le pusimos oxígeno central a todo el hospital. Además, teníamos un laboratorio totalmente obsoleto, con equipamiento desactualizado, y hoy tenemos el orgullo de decir que es uno de los laboratorios más modernos de la República Argentina. Fortalecimos los quirófanos con equipamientos, instrumentales. Cambiamos las ciálíticas (lámparas). Pusimos tecnología LED.

¿Qué nos puede comentar sobre el resto de los servicios?

La gran mayoría fueron fortalecidos tecnológicamente. Hemos remodelado y refuncionalizado dermatología, hemoterapia, hematología, odontología, captura híbrida, neurología, neurocirugía, cirugía general, urología y el servicio del morgue. Pudimos modernizar todos los pasillos porque estaban con azulejos viejísimos. Sacamos todo. Pusimos pintura epoxi.

Recibimos premios del Conicet. En 63 años nunca habíamos recibido un premio de calidad y el 28 de julio pasado vino la ministra de salud de la Nación, Carla Vizzotti, a otorgarlo y lo recibimos por primera vez. Fuimos reconocidos como establecimiento comprometido con la calidad.

Invertimos más de 470 millones en bienes de uso, más de 25 millones en indumentaria para todo el personal. Pasamos a designación temporal y planta permanente a 471 empleados. Todo el personal cuenta con obra social, vacaciones. La capacitación y formación es continua.

¿Cuál es su propuesta ante estas elecciones?

En cuanto a equipamiento, en lo que respecta a refuncionalización y modernización, creo que tenemos que seguir con la misma inercia los próximos cuatro años. Gestionamos desde el día cero, en conjunto con el Gobierno de la Provincia, al que hay que agradecerle, porque si no esto no hubiera sido posible, la obra esta nueva que viene con una curva de avance bastante aceptable. Y creo que este es el momento para comenzar a trabajar por el trabajador. Tal es así que habíamos escuchado que había malestar en uno que otro servicio, así que nosotros hicimos un programa de bienestar laboral por el que vamos a comenzar a hacer evaluaciones de 360 grados, es decir que los operativos van a evaluar a los jefes, como así también los jefes a los operativos.

¿Cuáles son las expectativas?

Son muy buenas y eso se percibe al caminar por el hospital, donde se ha recibido un afecto prácticamente masivo de todo el personal por nuestra gestión, que considero que ha sido impecable.

f: El Tribuno