Analistas del mercado local se preguntan si detrás de la compra de esos títulos no se esconde otra jugada que estaría preparando el equipo económico
El anuncio de la recompra de deuda pública nominada en dólares por el ministro de Economía, Sergio Massa, ha generado mucha polémica y en particular un rechazo muy importante de los economistas y políticos de Juntos por el Cambio, además de algunos economistas y analistas del sector privado.
Se trata de la recompra de un total de un 15% de bonos en circulación de valor nominal como el Bono Global 2029 (GD 29) y el Bono Global 2030 (GD30) dos bonos muy requeridos por los inversores porque están nominados en dólares y tienen legislación Nueva York.
Pero esa compra podría ser mayor, porque en el comunicado difundido por el ministerio de Economía se aclara que el Gobierno se reservará la chance de ampliar ese margen de acción de acuerdo a si el mercado reacciona como se espera y en el futuro mejoran las condiciones finacieras.
Lo cuestionable de la medida es que se gastaran reservas líquidas del BCRA para esas operaciones pero lo incuestionable de la medida es que el BCRA está autorizado a realizar esas operaciones de compras y ventas de títulos de mercado abierto.
¿La recompra de deuda de Massa esconde otra jugada del Gobierno?
También algunos analistas del mercado local se preguntan si detrás de la compra de esos títulos no se esconde otra jugada que estaría preparando el equipo económico, como por ejemplo, utilizar esos bonos como garantía para pedir un préstamo tipo repo a bancos internacionales. Se trata de una idea que estaba en la cabeza del ministro Sergio Massa, cuando asumió a principios de agosto.
Esta sería una de las explicaciones para salir a recomprar esos títulos de deuda con ley Nueva York, ya que esos bonos son los únicos que se pueden utilizar como garantía para un préstamo internacional por eso el BCRA habría decidido pagar más en el mercado por esos títulos.
Analistas temen que la medida de Massa tenga la intención de acceder a un nuevo préstamo de bancos internacionales.
Por lo tanto, con este tipo de operaciones, el equipo económico estaría buscando tres cosas al mismo tiempo: reducir las operaciones de dólar CCL, que presionan a la suba al dólar paralelo que luego del anuncio bajó de 379 a 376 pesos; bajar el riesgo país, ya que si el precio de esos bonos sube, baja la tasa interna de retorno del bono y (aunque en este caso subió porque la noticia golpeó a los bonos más largos); y por último, la intención de utilizar esos bonos en el caso de lograr un préstamo con bancos internacionales.
La otra noticia negativa es que luego del anuncio, el BCRA tuvo cuatro ruedas consecutivas de ventas de dólares, un fenómeno que no se observaba desde el 15 de noviembre pasado. Desde el martes pasado vendió unos 148 millones de dólares pero en enero tiene un saldo a favor de 137 millones de dólares.
El último informe de Consultatio Plus destaca respecto a esta recompra que «el ministro Sergio Massa desconcertó al mercado con el anuncio de una operación de recompra de deuda en dólares y marcó una reversión marginal en la suba de 56%, que acumulaban los bonos desde los mínimos de octubre».
En relación a las razones de la reacción negativa el trabajo explica que «las razones de la reacción negativa están en la desconexión entre los objetivos declarados y los instrumentos utilizados».
Además agrega que «una perspectiva mas amplia permite comprender que lo que el Gobierno está haciendo no es una administración de pasivos sino generar instrumentos para poder intervenir en los tipos de cambio paralelos, su verdadera y legítima preocupación a la hora de anclar expectativas inflacionarias».
Este traspié no esperado por el mercado para la deuda soberana cortó una racha de nueve subas consecutivas. En ese aspecto hay que destacar que la reacción inicial de los activos argentinos fue lógica. Los bonos soberanos treparon entre 2/8% el mismo día, empujando el precio promedio ponderado a un máximo de ocho meses en 33,9 dolares.
Con su anuncio, Massa intentó calmar la brecha del dólar y anclar expectativas inflacionarias.
Sin embargo, el jueves y el viernes devolvieron buena parte de las subas, ubicando el precio promedio ponderado en 32 dólares, frente a los 30 dólares del cierre del martes previo al anuncio. En lo que va del año, tanto los instrumentos cortos de legislación extranjera como su versión local encabezan ampliamente la tabla de retorno total.
Recompra de deuda: una medida que trae calma transitoria
Con respecto a los movimientos del dólar paralelo y el dólar CCL luego de la medida, desde Portfolio Personal Invesment manifiestan que no están muy seguros de que esta última medida de Sergio Massa haya apagado el incipiente recalentamiento en los dólares financieros por mucho tiempo.
«En ese sentido, sugerimos prudencia a la hora de abrir estrategias de carry trade. El contado con liquidación en su versión en la bolsa moderó su avance, pero su referencia ajustada por los agregados monetarios como el M3 privado todavía permanece alrededor de $428″, explican.
No hay dudas para la mayoría de los analistas de mercado consultados por Iprofesional que este programa persigue la calma del CCL como objetivo principal.
«En nuestra opinión, era poco lógico que el Gobierno renunciara a 15,5% de sus reservas netas pasando por una de las peores sequías de las últimas décadas, para intentar resolver un problema que caerá en la próxima administración.
Los antecedentes y qué podría pasar tras la recompra de deuda
Recordemos que no es la primera vez que Argentina recurre a este tipo de operaciones. Luego de la reestructuración de la deuda en septiembre de 2020, el Banco Central comenzó a comprar bonos con reservas netas en el mercado secundario. «Desde octubre de 2020 hasta noviembre de 2021, estas operaciones de mercado abierto alcanzaron un total de u$s2.725 millones» explican desde Portfolio Personal Invesment.
Juntos por el Cambio cuestionó la decisión del Gobierno de comprar bonos con reservas del Banco Central.
No obstante, vale aclarar que el efecto de esta medida es probable que sea transitorio. Por lo tanto no habría que descartar un rebote en las próximas semanas, en especial, ante la baja estacional de la demanda de dinero en febrero, los números poco alentadores de la inflación de alta frecuencia en enero y una sequía que se agrava ante la falta de lluvias.
Lo novedoso es que en el mismo momento en el que el pasado martes el ministro Sergio Massa anunciaba ese medida, el directorio del BCRA aprobaba una suba en la tasa de pases pasivos que otorga a los bancos del 70 al 72 % nominal anual.
La autoridad monetaria decidió elevar la tasa de Pases Pasivos a un día 200 puntos básicos (pbs), de 70% de TNA (TEA de 101,2%) a 72% (TEA de 105,3%), modificando el esquema de tasas por primera vez desde mediados de septiembre.
De esta manera, el spread con la LELIQ de 28 días (TNA de 75% y TEA de 107,35%) se redujo a 300 pbs en TNA y 205 pbs en TEA, mínimo de la gestión Pesce (el diferencial mínimo anterior en TEA había sido 494 pbs el 13/11/20). Considerando que, tras este retoque, el Tesoro también elevó la tasa de interés de la LEDE corta (260 pbs).
Lo paradójico es que hace tan solo una semana, el jueves 12 de enero antes de la publicación del dato de inflación de diciembre, se debatía en el mercado sobre si era momento de un recorte de tasas.
Hay que recordar que desde que Massa asumió como ministro, al BCRA no le tembló el pulso para aplicar fuertes ajustes de tasa para disciplinar a los inversores (800 pbs el 28/07, 950 pbs el 11/08 y 550 pbs el 15/09). Por lo tanto, no habría que descartar una suba en la tasas de interés de las Leliq desde su actual nivel del 75% nominal anual.