jueves, octubre 17

Resentimiento,resignación, asentimiento y aprendizaje, las claves para no tener miedo a hablar en público

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La toma de conciencia de cuál es la actitud asumida frente a la idea de exponer ante un auditorio es un primer paso para potenciar nuestra capacidad oratoria y el arte de hablar con elocuencia.

Diversos estudios revelan que el miedo de hablar en público es uno de los más comunes en el ser humano y al menos un 75% de las personas lo sufre. En encuestas realizadas en los últimos años con los estudiantes que han cursado el taller de Oratoria, entre el 42% y el 60%, en diferentes ocasiones han manifestado padecer el miedo de hablar en público.

Ante la evidencia de que es un padecimiento generalizado, como facilitadores de procesos de aprendizaje para una comunicación efectiva, debemos preguntarnos ¿qué hacen las personas y profesionales para transitar el proceso que va desde el miedo escénico al placer o al menos la tensión escénica?

Frente a esa brecha encontramos cuatro tipos de actitudes de las personas, incluidos los profesionales, que van desde el resentimiento y la resignación, hasta el asentimiento y el aprendizaje.

El miedo de hablar en público es uno de los más comunes en el ser humano y al menos un 75% de las personas lo sufre,
El miedo de hablar en público es uno de los más comunes en el ser humano y al menos un 75% de las personas lo sufre,Por: Thaut Images – stock.adobe.com

La percepción de la propia capacidad oratoria

La actitud que la persona asume va a depender de la percepción de su capacidad oratoria y del manejo del miedo. Aquellas que perciban como inmodificable la habilidad para hablar en público, tomarán una actitud de resentimiento o asentimiento; y quienes perciban que sí es posible desarrollar la habilidad de hablar en público, podrán tomar una actitud de resignación o aprendizaje.

Volviendo a la pregunta “¿qué hacen las personas y profesionales para transitar el proceso que va desde el miedo escénico al placer o al menos la tensión escénica?”, la respuesta dependerá de la actitud que cada persona asuma:

  • Resentimiento: Desafortunadamente, las personas con este enfoque no hacen nada para transitar esa brecha (proceso que va desde el miedo escénico al placer o al menos la tensión escénica), suelen evitar a toda costa hablar en público y cualquier excusa es válida si resulta útil para evadir la exposición, sea cual fuera su audiencia, sin importar la cantidad de personas ante las cuales debe expresarse. Aquí lo importante es huir de cualquier situación o contexto que pueda provocar este miedo. Esta actitud suele darse en quienes se encuentran anclados a experiencias desagradables frente al púbico, ya sea propias o de terceros; por ello la sola idea de hablar frente a otros les hace resentir (volver a sentir) dicha emoción de miedo.
  • Asentimiento: Las personas con esta actitud tampoco hacen nada para reducir su brecha ya que asumieron que hablar en público no es lo suyo, en función de ello evitan hacerlo.
  • Resignación: Quienes suelen arrogarse esta actitud, si bien perciben como posible que las personas puedan desarrollar su capacidad y habilidad de hablar en público, se resisten a dedicarle tiempo y recursos a cambiar su destreza para hablar en público ya que es posible que en el pasado lo haya intentado sin conseguir los resultados esperados y en consecuencia dejan de intentarlo.
  • Aprendizaje: Se da en personas que dedican tiempo y recursos a su crecimiento personal ya que perciben como posible incrementar sus habilidades interpersonales y encuentran placer al desafiarse día a día y de cara a esta brecha toman acción para afrontarla como un desafío. En las personas con esta actitud, suelen prevalecer valores del tipo pragmáticos como la perseverancia, determinación, liderazgo, flexibilidad y éxito profesional.

Como personas, afrontamos situaciones de hablar en público, desde situaciones de orden personal hasta profesionales. En muchos casos, poder hacerlo condiciona el logro de nuestros objetivos. Por ello, la toma de conciencia de cuál es la actitud asumida frente a la idea de hablar en público es un primer paso para potenciar nuestra capacidad oratoria y el arte de hablar con elocuencia.

(*) Lucio Gonzalo Rodríguez Blanchart es docente de Oratoria en la Licenciatura en Gerenciamiento Económico Intercultural de la Universidad del Salvador