lunes, octubre 21

Sobreseyeron a la exjueza que besó a un preso: la fiscalía no pudo probar delitos en su contra

0
48

La Justicia determinó que no había pruebas suficientes para acusar a Mariel Suárez de incumplir sus deberes como funcionaria, cerrando así el caso que generó gran controversia.

El juez penal de Trelew, Marcelo Nieto Di Biase decidió cerrar el caso que involucraba a Mariel Suárez, ex jueza de Comodoro Rivadavia, quien fue acusada de incumplimiento de los deberes de funcionaria pública tras haber sido vista besando a Cristian “Mai” Bustos, un preso condenado por homicidio, durante una visita en la cárcel.

El caso, que en su momento desató un escándalo mediático y judicial, concluyó con la resolución de que las acciones de Suárez, aunque polémicas, no constituyeron ningún delito que comprometiera el desempeño de sus funciones y se determinó que no existían pruebas suficientes para procesar a la exmagistrada, decretando así su sobreseimiento.

La fiscal general María Bottini había sostenido que la jueza había solicitado una licencia médica para retrasar una audiencia con el recluso, pero, según la defensa, esto no fue motivo suficiente para probar que se cometió un ilícito.

El defensor Gustavo Oyarzún, encargado de la representación de Suárez, argumentó que las visitas de la ex jueza a Bustos no interferían en la labor judicial y que no había pruebas de que la licencia solicitada se hubiese utilizado con fines irregulares. “Solicitar un día de licencia no constituye en sí mismo un delito, y las visitas al preso se realizaron dentro del marco permitido”, explicó Oyarzún. Asimismo, criticó la acusación de Bottini, calificándola de inconsistente y basada en apreciaciones morales más que en pruebas legales.

Por su parte, el juez Nieto Di Biase señaló en su fallo que la fiscalía no pudo demostrar que la licencia médica alterara de forma alguna el servicio judicial o que hubiera existido un perjuicio directo para la administración de justicia. El sobreseimiento, según su dictamen, fue el único resultado posible ante la falta de elementos que sustentaran la acusación.

La fiscalía y su enfoque en la moralidad

El proceso contra Suárez generó un amplio debate sobre los límites entre la ética y la legalidad en el desempeño de los jueces. Bottini acusó a la exjueza no solo de incumplir sus deberes, sino de actuar de manera incompatible con su cargo al involucrarse sentimentalmente con un reo condenado. Sin embargo, la defensa sostuvo que la fiscal se basó en apreciaciones morales sin fundamento legal, lo que llevó al juez a desestimar la acusación.

Según los registros del Instituto Penitenciario Provincial (IPP), Suárez se reunió con Bustos en la cárcel en varias ocasiones, pero los encuentros, incluidos aquellos en los que fue fotografiada besándolo, se realizaron dentro de los límites permitidos y en tiempos preestablecidos.

A pesar del fallo favorable en la causa penal, Mariel Suárez enfrentó consecuencias administrativas. En noviembre de 2023, el Tribunal de Enjuiciamiento de Chubut la destituyó de su cargo como jueza en Comodoro Rivadavia, alegando falta de idoneidad para continuar en el cargo. La medida fue tomada a raíz de las controversias que rodearon su conducta con el detenido y otros cuestionamientos sobre su desempeño.

En abril de 2024, además, el Consejo de la Magistratura decidió apartarla de un concurso para un puesto de camarista federal en Chubut. Esta resolución se basó en la consideración de que la exjueza no cumplía con los requisitos de idoneidad necesarios para ejercer funciones en la Magistratura de la Nación. Mariel Suárez, al conocer el fallo, denunció públicamente que la decisión se basó en una discriminación de género y acusó a las autoridades judiciales de aplicar un doble estándar en su caso.

En declaraciones a medios locales, Suárez afirmó: “Lo que me sucedió es una represalia por ser mujer. No miden con la misma vara a otros magistrados que han incurrido en acciones similares o incluso peores”.