A raíz de la eliminación de restricciones impuesta por el gobierno de Javier Milei, durante el primer semestre de 2024 se exportaron 454.711 toneladas de carne vacuna, equivalentes a res con hueso, según datos de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). Este volumen representa el valor más alto registrado para este período desde al menos 1990, año en que comienzan los registros disponibles.
Este volumen marca un incremento del 10% en comparación con el primer semestre de 2023, y una mejora del 18% en relación al promedio de los últimos cinco años para el mismo período. En informes anteriores, la BCR ya había señalado la debilidad del consumo interno de carne vacuna en un contexto de recesión económica y precios relativos que favorecen el consumo de carne de pollo y cerdo.
El informe, elaborado por Franco Ramseyer y Emilce Terré, destaca que, aunque la demanda interna ha disminuido, el sector exportador de carne vacuna de calidad está teniendo un desempeño notable a nivel internacional. Sin embargo, mientras las exportaciones crecen, la producción de carne vacuna cayó un 10% en términos interanuales, tras el récord alcanzado en 2023, un año marcado por la necesidad de enviar animales a faena debido a la escasez de pasturas y agua provocada por la sequía.
Este conjunto de factores ha llevado a que las exportaciones del primer semestre de 2024 representen el 30,6% de la producción total, un récord histórico que supera en cinco puntos porcentuales el promedio de los últimos cinco años para el mismo período, que era del 25,6%.
Un factor clave detrás de este incremento en las exportaciones es la creciente demanda de China, el principal comprador internacional, que absorbió el 57% del total exportado. Según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), se espera que China alcance un récord de 3,9 millones de toneladas de importación de carne vacuna en 2024, lo que representaría un aumento de 9% respecto al año anterior.
A pesar del crecimiento del 10% en el volumen de exportaciones de carne vacuna en comparación interanual, la caída de los precios internacionales ha mantenido prácticamente estables los ingresos en dólares. En el primer semestre de 2024, las exportaciones de carne vacuna generaron ingresos por unos 1.346 millones de dólares, apenas un 0,1% más que el año anterior, y en línea con el promedio del último lustro.
Este ingreso constituye el segundo mayor registro en la serie histórica, superado solo por el récord de 1.676 millones de dólares logrado en la primera mitad de 2022. La caída en los ingresos se debe a una disminución en los precios: mientras que en el primer semestre de 2022 el precio promedio de exportación era de 4.406 dólares por tonelada, en 2024 se redujo a 2.959 dólares por tonelada, una baja del 33% en los últimos dos años.
A pesar de esta caída en los precios, las perspectivas para los próximos meses son positivas, impulsadas por la alta demanda internacional, que según el USDA llevaría a una disminución del 9,7% en los stocks finales de carne bovina este año.
De cara a 2025, los analistas privados anticipan que los precios recibirán un impulso debido a una reversión en la fase de liquidación del ciclo ganadero en importantes proveedores como Brasil, Estados Unidos, Argentina y Uruguay.