La propuesta apunta a habilitar la compra, venta e incluso minería de bitcoin como parte de las reservas internacionales del país, lo que abriría la puerta a una nueva estrategia financiera para el Banco Central.

En un contexto global marcado por la revalorización de las criptomonedas, el diputado del PRO, MARTÍN Yeza presentó un proyecto de ley que busca reformar la carta orgánica del Banco Central de la República Argentina (BCRA). La iniciativa intenta habilitar la compra, venta e incluso minería de bitcoin como parte de las reservas internacionales del país.

El valor de la criptomoneda más importante alcanzó esta semana un máximo histórico de USD 90.000 tras la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. El respaldo del presidente electo hacia las criptomonedas despertó interés global y generó una fuerte revalorización en este activo digital.

En Argentina, esta suba no pasó desapercibida, especialmente en un país con reservas internacionales ajustadas y alta dependencia del dólar. En este escenario, el proyecto presentado por Martín Yeza pone sobre la mesa la posibilidad de incluir criptomonedas en la estrategia financiera del BCRA.

La iniciativa del legislador propone modificar los artículos 18° y 19° de la carta orgánica del BCRA para incluir la posibilidad de operar con criptomonedas. Actualmente, la normativa permite al Banco Central manejar activos como oro, divisas y otros instrumentos financieros tradicionales, pero excluye explícitamente activos de alta volatilidad como el bitcoin.

El texto del proyecto también contempla que sea la propia entidad la que defina el porcentaje de reservas a destinar a criptomonedas. Yeza fundamentó su propuesta en un análisis histórico: “Si Argentina hubiera destinado el 1% de sus reservas a bitcoin en 2014, hoy tendríamos USD 37.000 millones”.

La propuesta no está exenta de polémica. Desde sectores críticos, se señala la alta volatilidad del bitcoin como un factor que podría desestabilizar aún más las reservas internacionales. Este año, por ejemplo, el precio de la criptomoneda osciló entre los USD 40.000 y los actuales USD 90.000, un margen que dificulta su uso como respaldo financiero.

Por otro lado, el exintendente de Pinamar y otros defensores del proyecto destacan la oportunidad de posicionar a Argentina en un escenario financiero global disruptivo. “Este tipo de políticas están alineadas con los cambios que lideran figuras como Donald Trump y Elon Musk, y podrían abrir una nueva era de ideas en la economía”, afirmó el diputado.

El Salvador, que adoptó al bitcoin como moneda de curso legal, es uno de los ejemplos más relevantes a nivel internacional. Aunque su experiencia ha generado divisiones en la opinión pública, otros países han comenzado a explorar la inclusión de criptomonedas en sus sistemas financieros, aunque en menor escala y generalmente derivadas de confiscaciones judiciales.

En Argentina, propuestas similares fueron presentadas en el pasado, pero no lograron avanzar en el Congreso. En 2014, Santiago Siri, pionero en el ecosistema blockchain, planteó destinar un pequeño porcentaje de las reservas al bitcoin, idea que Yeza retomó en su actual proyecto.