lunes, septiembre 30

Vecinos de los cerros amenazaron con piquetes indefinidos

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El sacerdote Walter Medina pidió una mesa de diálogo a las autoridades. «Piden dignidad», dijo el cura.

Vecinos de los cerros amenazaron con piquetes indefinidos

El sacerdote Medina se convirtió en vocero espontáneo de los vecinos de los cerros.

Para el sacerdote Walter Medina los pobladores de la Quebrada del Toro y la precordillera están intranquilos porque no son atendidos como personas y teme un brote de reclamos incontrolables sobre la ruta nacional 51. El cura de Alfarcito sostiene que tras tantos años de no ser escuchados, la gente podría generar situaciones parecidas a las del norte provincial, con piquetes y otros problemas sociales.

El motivo es simple: abandono de personas que ya hizo mella tras tantos años. El jueves pasado estaba programado un corte de ruta en la zona de Las Cuevas, ante la falta de respuestas de las autoridades provinciales y municipales para mejorar caminos, ayudar a los vecinos afectados por las lluvias y, sobre todo, ser escuchados. Muchos de ellos sintieron el impacto cruel de la naturaleza y sufrieron como tantas otras veces pérdidas de ganado y de sus propias pertenencias. Algunos, desde su humildad, volvieron a construir sus puestos, remendaron las vertientes de agua y trasladaron sus animales a sectores menos riesgosos por las lluvias.

«Otros, ahora son mayoría, comenzaron a reclamar con justa razón. Lo que piden estos buenos vecinos es dignidad, no quieren ser usados como objetos políticos. Lo que sucede no es nuevo. Viene desde hace décadas y hoy hace eclosión. La gente quiere sentirse incluida, que alguien los venga a visitar y saber en persona lo que les está ocurriendo. Es un problema social muy profundo, que hay que saber conciliar entre todos», argumentó el sacerdote Medina a El Tribuno.

Tanto la Municipalidad de Campo Quijano como el Ministerio de la Producción, Vialidad Nacional y Recursos Hídricos se abocaron a dar soluciones a los problemas de caminos, arroyos desbordados y el envío de forraje para los animales. Al parecer falló algo. Una reunión comunitaria que no se llevó a cabo y molestó en demasía a los pobladores.

«La gente quiere ser reconocida de otra manera, y por eso está enojada. Explota por acumulación de décadas de olvido. Una sonrisa presente en los momentos de angustia podría ayudar mucho. Eso, para algunos, hace más que una bolsa de maíz, que también necesitan», añadió Medina.

El sacerdote focalizó la situación en una cuestión de mejorar el diálogo. «Se nota que las autoridades hacen más que antes. Las respuestas por los caminos y el forraje llegaron rápido. El enojo de la gente es la ausencia de dirigentes importantes. Y eso se puede mejorar con diálogo».

Por ahora los cortes sobre la ruta 51, en plena Quebrada del Toro, se suspendieron porque las comunidades de esta vasta región de la precordillera esperan respuestas de las autoridades municipales y provinciales. Referentes de la población consideran que es un riesgo dejar sin respuestas «de presencia» a los vecinos. Temen que a lo largo de la extensión de la ruta nacional 51 desde Campo Quijano a San Antonio de los Cobres, unos 130 kilómetros, se originen cortes de ruta.

El problema cerro adentro, en parajes alejados de la ruta, es reclamar a como dé lugar. El Consejo del Pueblo Tastil, en asamblea en Las Cuevas, determinó que el jueves 16 iban a realizar cortes progresivos sobre la ruta nacional 51, hasta lograr su objetivos.