Desde que arrancó el año, los precios se encarecieron 40%. La nafta súper, que estaba a $ 197 en enero, ahora se despacha a $274, cerca al dólar oficial

Durante el pasado fin de semana, varias estaciones de servicio de Shell dejaron de despachar combustibles. Un aumento en los importes de los biocombustibles puso en alerta a las petroleras, que avanzaron en una decisión: una suba de precios del 4,5%.

Estaba previsto que lo hicieran después de las elecciones primarias (Paso), pero se adelantaron. En este caso, quizás haya otro en la segunda quincena del mes.

Desde que arrancó el año, los combustibles se encarecieron un 40%. La nafta súper, que estaba a $197 en enero, ahora se despacha a $274. El nuevo importe se ubica cercano a un dólar en la cotización oficial, una relación que suele gustar en las petroleras. Medido en dólar «blue», esa relación cae a la mitad.

YPF se plegó a una suba que ya habían hecho Shell, Axion y Puma. Desde diciembre ese ajuste se venía concretando a mediados de mes.

Precios de combustibles contra la inflación

El sector apunta a mejorar una crisis de abastecimiento de biocombustibles que estaba afrontando. También se prepara para encarar el último cuatrimestre del año sin un acuerdo de precios con el Gobierno. Los índices de inflación vienen siendo superiores a los que estimaban las compañías y la secretaría de Energía hacia fines de 2022, cuando se sentaron por este tema.

Los precios de las naftas se ajustaron una vez más.

Los acuerdos entre las petroleras y el Gobierno comprenden hasta el 15 de agosto, dos días después de las elecciones primarias. La expectativa del Poder Ejecutivo es renovarlos hasta el final del actual mandato, pero quedará supeditado al resultado electoral y el estado de las expectativas económicas tras los comicios.

La secretaría de Comercio y las petroleras arreglaron dos tandas de «Precios Justos» para los combustibles en noviembre de 2022. La primera parte fue desde diciembre de 2022 hasta marzo de 2023. Las remarcaciones fueron del 4% todos los meses, salvo en marzo, cuando aplicaron un 3%, según Clarín.

La segunda tanda abarca el período 15 de abril-15 de agosto. También se iba a seguir en un proceso del 4% mensual, según sostenían las empresas y el Gobierno. Pero ese acuerdo fue cuando el Gobierno trabajaba con la expectativa de una inflación mensual del 4%. Luego de dos meses en que el crecimiento del costo de vida fue casi el doble, las petroleras consideraron que se quedaron «cortas». Y fueron por un 4,5% mensual, que en algunos casos llegó al 5,5%.

Con la inflación por arriba de lo esperado, a laspetroleras se les abrió un nuevo frente de encarecimiento de costos, según dicen en el sector. Se trata de los biocombustibles. Durante el fin de semana pasado, Shell experimentó quiebres de stocks. No estuvo vendiendo. La compañía les dijo a los estacioneros que fue por complicaciones en las importaciones y también de suministro de biocombustibles.

El nuevo dólar «agro» decidido por Economía comprende al maíz. Y los productores de ese cereal prefirieron no destinarlo para etanol de ese origen, dejando que las petroleras busquen ese componente «bio» en el etanol de caña de azúcar (afectado por la sequía). Las refinadoras de petróleo están obligadas a cortar los combustibles con «bios» (hasta un 12%), pero se encontraron con menos disponibilidad de la deseada, según explicaron.

Los dueños de los surtidores dijeron que necesitaban un aumento para convalidar mayores precios de los «bios» que estaban comprando. Y esa decisión se está trasladando a los consumidores.

La nafta super está por encima de los 270 pesos.

Las ventas de la mayoría de los combustibles viene con tendencia positiva este año. La excepción es el gasoil, también afectado por la sequía en el campo. Los productores rurales, que recurren mucho a ese combustible, demandaron un tercio menos que en temporadas anteriores. Los altos niveles de actividad hacen que los analistas consideren que los combustibles «están baratos».

Las naftas están más bajas medidas en dólares que en cualquier país limítrofe. Autos de Uruguay, Chile, Brasil y Paraguay siguen tratando de llenar el tanque en Argentina, porque les resulta más económico que en sus países.