sábado, septiembre 21

AFA: las esquirlas de las PASO sacuden a un debilitado “Chiqui” Tapia

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El titular de la AFA había apostado a una victoria del kirchnerismo y, en pos de ese objetivo, había hecho campaña con recursos de la institución; tras el inesperado resultado del domingo, los pocos referentes políticos con los que dialogaba dejaron de atenderle el teléfono

Las esquirlas que dejaron las PASO del domingo último perforaron el bunker del Frente de Todos y llegaron a espacios de poder que orbitan al oficialismo. Uno de estos lugares es la AFA, donde el presidente, Claudio “Chiqui” Tapia, recibió como propio el golpe en las urnas.

Su fallido intento de acercamiento a las principales figuras del Gobierno Nacional obligó a Tapia a improvisar una alianza con segundas líneas de La Cámpora, en un intento desesperado por permanecer en el poder ante la amenaza de que la Inspección General de Justicia (IGJ) lo deje  sin la llave de Viamonte.

Cuando todo indica que habrá nuevos comicios en Viamonte, Tapia -muy debilitado y sin el apoyo de los clubes grandes ni de los del Ascenso- sufrió este fin de semana un nuevo tropiezo. Recordemos que, a través de sus ligazones con La Cámpora, “Chiqui” prestó el predio de Ezeiza -la “casa de la Selección Argentina- para un acto partidario en el que participaron Victoria Tolosa Paz y Daniel Gollán, los dos grandes perdedores del domingo en Provincia de Buenos Aires.

Al malhumor que este acto proselitista generó entre los presidentes del fútbol y de la misma Selección, Tapia suma con la derrota del domingo nuevas enemistades en el peronismo y en Juntos por el Cambio. “Quiso sumar simpatías y apoyo político y quedó pegado a una derrota que, en lugar del aire que buscaba dentro de la AFA, terminó más debilitado”, resumió una fuente con llegada a la AFA, que asegura que el clima interno del edificio de Viamonte se volvió aún más tenso esta semana.

Según reveló un dirigente de Primera a NEXOFIN, Tapia incluso repartió entradas a figuras de la política, con el objetivo de “hacer buena letra”.

Pasado el huracán electoral, el lunes Tapia intentó contactar a los pocos referentes políticos que hasta la semana pasada le atendían el teléfono, pero como respuesta recibió el silencio.

Sin escudo protector en Casa Rosada -con un Alberto Fernández que lo esquiva y un Sergio Massa que lo critica por lo bajo- Tapia se quedó sin sostén político, mientras sobre su cabeza pende un fallo de la IGJ que lo devolvería al llano.