Alberto Fernández, en medio de la pelea con la oposición por la ley de Solidaridad: “Dejemos de perder el tiempo”

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  • 2019-12-18

Pidió «estar a la altura» de las necesidades de la Argentina mientras la oposición define si da quorum para tratar el proyecto. Qué dijo del diálogo con el FMI.

El presidente Alberto Fernández le pidió a la oposición «estar a la altura» de las urgencias del país, mientras estos sectores definen si dan quorum en Diputados para tratar el proyecto de Solidaridad Social y Reactivación Productiva. «Dejemos de perder el tiempo con peleas inconducentes y saquemos al país adelante», dijo sobre el proyecto que promueve aumento de impuestos para contribuir al equilibrio fiscal y para mejorar la redistribución hacia los sectores más vulnerables.

Al exponer ante la Asociación Argentina de Empresarios (AEA) en el almuerzo anual de la entidad recordó que «cuatro de cada diez argentinos están debajo de la línea de pobreza» y que esta tendencia crecerá si no se revierte. Con este panorama de fondo dijo que la «situación del Estado es muy endeble» y pidió «un mayor esfuerzo a las empresas, el agro y la industria». Advirtió que «casi el 70% del Fondo de Garantía de Sustentabilidad» con el que se le paga a los jubilados «son papeles del Estado» y que necesita aumentar la recaudación para «reconstruir esas cajas, que quedaron vaciadas».

Dijo que la situación fiscal de la Argentina «es mucho más compleja de lo que se piensa». «Es que en la Argentina hay hambre y eso debe avergonzarnos», planteó. Dijo que algunas de las claves para salir de la crisis pasan por «promover inversiones y proteger la industria» y que cuenta con los empresarios para mejorar la situación económica. «Necesitamos hablar mucho entre nosotros», afirmó.

Habló de volver a impulsar el consumo, ya que dijo que «cada día que pasa es un nuevo argentino que cae en el pozo de la pobreza, y cuando la gente cae en la pobreza, la industria se resiente, porque no conozco capitalismo sin consumo». «Necesitamos volver a poner plata en los sectores más empobrecidos para que compren leche, pan… y a partir de allí volver a un circuito beneficioso», afirmó.

Dijo que el megaproyecto de emergencia económica es «el punto de arranque para la reconstrucción» del país y que no quiere un estado intervencionista. «Espero y quiero uno inteligente, que equilibre las desigualdades en los mercados y que dé garantías a los que invierten», indicó.

Defendió el plan económico y aseguró que el Fondo Monetario Internacional (FMI) lo aceptó. «Le hemos pedido al Fondo Monetario cambiar la lógica, que nos dejen construir un plan que sea sustentable y, sobre la base de este plan, nosotros resolver cómo pagar la deuda. El Fondo ha aceptado esta lógica de trabajo, no estamos improvisando. Tenemos un plan que silenciosamente hemos construido durante dos meses», dijo.

Admitió que hay «un muy fuerte condicionante para crecer es la deuda, que se tomó en el término de tres años en un enorme volumen y hay que pagarla en muy corto plazo». En este contexto criticó al FMI: «Eso ocurrió con la anuencia del organismo, que es corresponsable de lo que pasa». «Lo único que hicimos fue multiplicar la deuda. ¿Cómo pudo ser posible que ésto pasara?», se quejó.