Apuntan al ex intendente de Olivos en las dos causas contra Alberto Fernández

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Daniel Rodríguez está en la mira judicial por su presunto conocimiento del entramado de corrupción y la denuncia por violencia de género contra el expresidente. Por pedido de Ercolini, se ordenó la apertura de su celular para obtener más pruebas.

La Justicia avanza en su investigación contra Alberto Fernández y pone el foco en un testigo clave: Daniel Rodríguez, quien fue el intendente de la Quinta de Olivos durante la presidencia del exmandatario.

Rodríguez, considerado un hombre de confianza de Fernández, es ahora objeto de un escrutinio judicial intensificado, tras la orden del juez federal Julián Ercolini de abrir su celular. Este dispositivo podría contener información crucial sobre los casos de presunta corrupción y violencia de género que involucran al expresidente.

El interés en Rodríguez surge a raíz de su estrecha relación con Héctor Martínez Sosa, un bróker de seguros que se encuentra en el centro de una investigación por contratos irregulares y comisiones millonarias pagadas por el Estado. La Justicia busca determinar si en capataz facilitó encuentros y negocios en la residencia presidencial, donde se sospecha que se gestaron acuerdos que favorecieron intereses privados a costa del erario público.

Además, Rodríguez también fue citado como testigo en la causa por violencia de género que enfrenta Fernández, denunciada por Fabiola Yáñez. La declaración de Rodríguez, programada para el 26 de agosto en Comodoro Py, podría arrojar luz sobre los presuntos abusos que habrían ocurrido en la Quinta de Olivos.

Las investigaciones apuntan a que el exintendente conocía en detalle los movimientos dentro de la Quinta, incluyendo los negocios relacionados con los seguros. La apertura de su celular, junto con otros dispositivos ya en análisis, es vista como una pieza clave para desentrañar el “modus operandi” que habría permitido a Martínez Sosa y su esposa, María Cantero, obtener contratos millonarios durante la gestión de Fernández.

La Justicia también tiene en la mira el celular del entonces jefe de Estado, que podría contener conversaciones comprometedoras con Rodríguez, Martínez Sosa y otros implicados. Este dispositivo es parte de una serie de pruebas que el fiscal Carlos Rívolo considera esenciales para esclarecer el entramado de corrupción que se investiga.

Rodríguez, quien fue chofer de Fernández por décadas antes de convertirse en intendente de la Quinta de Olivos, es descrito como un facilitador de confianza. Ahora, su rol en los presuntos delitos que se investigan podría llevarlo a estar en el centro de uno de los casos judiciales más resonantes en la política argentina reciente.