La Policía Federal logró establecer cómo llegó el arma a manos del agresor de la vicepresidente y determinó qué pasó en el momento del disparo.

En exclusiva, Nexofin accedió a  los detalles de la pericia ordenada por la Justicia federal a la pistola Bersa calibre 32 con la que Fernando Sabag Montiel quiso disparar a Cristina Fernández de Kirchner en la noche del jueves. El hecho ocurrió a metros de su casa ubicada en el barrio de Recoleta.

La pericia realizada por la división Balística determinó que el arma, un modelo que databa de casi 40 años atrás, era apta para el disparo y que ya había sido accionada en algún momento. También, que las cinco municiones en su cargador eran reales y tenían capacidad para matar.

El arma con el que intentó disparar Sabag Montiel.

El documento indica que el arma funcionaba perfectamente. “Se probaron 50 disparos. Todos salieron bien. Hasta se probó con los cartuchos que tenía en el cargador”, reveló. Sin embargo, en el momento del ataque en la pistola no había una bala en la recámara.

Por otro lado, la Policía Federal determinó que Montiel no accionó la corredera de manera manual, o no quiso hacerlo. Entonces, ninguna bala se montó en la recámara.

Respecto al origen de la pistola, los especialistas afirmaron que “tenía un dueño, venía de Villa del Parque, el viejo barrio de “Tedi” (el apodo de Sabag Montiel), donde vivió durante años con sus padres en la calle Terrada, con un origen curioso”.

Para los investigadores, el dueño “era César Bruno Herrera, un vecino de más de 50 años de edad, que vivía a pocas cuadras de la vieja casa de “Tedi”, sobre la calle Condarco. El último trámite del arma fue su transferencia, que databa del año 2002”.