El bruxismo son todas aquellas actividades parafuncionales orales diarias y/o nocturnas que involucran apretamiento y rechinamiento dentario y/o mordedura, además de actividades, como apretar objetos entre los dientes, en las que no es necesario un contacto dental íntimo.
Algunos signos que pueden hacernos pensar que lo sufrimos son:
– Dolor en la zona facial
– Trastornos de la articulación temporomandibular incluyendo artralgias, tensión con dolor en la musculatura masticatoria, rigidez y limitación de movimiento.
– Otalgias reflejas o secundarias.
– Aumento de la sensibilidad, odontalgias crónicas, erosión de las cúspides dentarias e incluso pérdida de las piezas.
– Cefaleas y migrañas.
– Dolor de columna vertebral, principalmente de la región cervical.
– Alteraciones del sueño.
– Ansiedad y depresión.
– Estrés crónico.
– Vértigos y mareos.
– Desgaste de los dientes
Además usar una férula de descarga y de los tratamientos específicos, también son importantes las modificaciones en el estilo de vida:
– Realizar ejercicios de mandíbula y cuello prescritos por el fisioterapeuta especializado en dolor craneofacial.
– Ejercicio físico aeróbico para disminuir la tensión emocional y el estrés.
– Meditación, el yoga y los ejercicios de respiración profunda.
– Mantener unos horarios de acostarse y despertarse adecuados.
– Baños calientes, las compresas calientes y el automasaje facial pueden aliviar la tensión de la cabeza, mandíbula y cuello.
– Evitar los alimentos duros y el chicle que puede mantener los músculos de la mandíbula más relajados.
– Reducir o eliminar los alimentos nocivos, estimulantes y azucarados como la cafeína, el alcohol, las bebidas energéticas, refrescos y repostería.
– Dejar el tabaco o consumo de drogas.
Fuente: Cuidate Plus