Cepo al dólar: qué riesgos ven los expertos de levantarlo en junio y cuándo recomiendan hacerlo
Analistas explican por qué no están dadas las condiciones para concretar la unificación cambiaria y salida del cepo en corto plazo
En un escenario de brecha cambiaria baja por la calma del dólar blue y de las divisas financieras, y la inminente llegada de la cosecha gruesa, recientemente creció en el mercado la especulación sobre un posible adelantamiento de la unificación cambiaria, e incluso circularon rumores sobre la posibilidad de un levantamiento del cepo durante Semana Santa, algo que el ministro de Economía Luis Caputo negó.
Si bien el presidente Javier Milei y Caputo en reiteradas oportunidades aludieron a apuntar a mitad de año en la práctica se muestran prudentes, ya que existen prácticamente las mismas restricciones cambiarias que dejó la gestión de Sergio Massa, al tiempo que el BCRA bajó en marzo la tasa de política monetaria, lo que los analistas interpretaron como una pauta de que el objetivo sigue siendo licuar lo más posible y que la liberación del cepo aún no está cerca.
A su vez, un informe de PPI destacó que el muy buen resultado de la última licitación de deuda del Tesoro «ilustra la demanda que hay por instrumentos en pesos a pesar de las tasas negativas producto de la falta de alternativas para los pesos que se hayan atrapados por las restricciones», y consideró que «ello también podría señalar que todavía estamos relativamente lejos de la unificación cambiaria».
Caputo aseguró: «Queremos sacar el cepo cuando estemos seguros de que no hay riesgo para los argentinos. Antes de eso hay que recomponer el balance del BCRA La otra opción es que lleguen nuevos fondos para capitalizar al BCRA, ese sería una especie de atajo que vamos a explorar».
Así, la consultora 1816 planteó que «la pregunta que se hace el mercado es cuándo se animará el gobierno a unificar, o qué espera para hacerlo». Para la mayoría de los analistas, la unificación cambiaria aún no está cerca porque existen varios obstáculos, entre ellos, que las reservas netas aún son negativas, y la nueva deuda comercial que se generó a partir del esquema gradual de pagos a importadores que en el trimestre diciembre-febrero creció más de u$s9.000 millones y representa una potencial demanda de divisas en caso de liberarse el cepo.
Unificación cambiaria: ¿están dadas las condiciones?
La consultora 1816 enumeró que los argumentos en contra de una unificación cambiaria «son principalmente dos: que las reservas netas aún son negativas, por lo que el gobierno no tendría margen de maniobra para amortiguar el impacto de una caída en la demanda de pesos sobre la nominalidad de la economía, y que los mercados de deuda sugieren que, si bien hay un stock grande de agregados, si hay una demanda no genuina de otros activos locales (por ejemplo por parte de importadores) que deberían desaparecer ante la ausencia de controles de cambios.
Caputo aseguró que «queremos sacar el cepo cuando estemos seguros de que no hay riesgos»
A su vez, la economista Natalia Motyl planteó que «es cierto que empieza la época de cosecha gruesa y que hay una mayor liquidez pero también es cierto que muchos problemas se han pateado hacia adelante. Y acotó: «por ejemplo, con los BOPREAL que aliviaron las necesidades de dólares por parte de los importadores; este es un problema que el gobierno tendrá que enfrentar en algún momento».
«Para salir del cepo es necesario mantener un tipo de cambio competitivo, acumular reservas durante varios meses y reducir el gasto público de manera sostenible, no solo mediante la licuación», afirmó.
La economista subrayó que «el plan de Caputo siempre fue salir del cepo lo más pronto posible, pero no debemos cometer los mismos errores de gestiones anteriores, que por apresurarse en salir del cepo y generar cierta ilusión, terminaron pateando el problema hacia adelante y agravando la situación cambiaria a mediano plazo».
«Si observamos los números hoy, las condiciones no están dadas para una unificación cambiaria y salida del cepo. Esto debería plantearse únicamente con el saneamiento de las cuentas fiscales por dos años y una confianza en los mercados totalmente restaurada», opinó.
Para los analistas de Facimex Valores «aún no están dadas las condiciones para unificar; se necesita sumar reservas netas y profundizar el desarme de pasivos remunerados». Y alegaron que «la unificación cambiaria requiere esencialmente que estén dadas dos condiciones».
«Por un lado, el BCRA todavía tiene que seguir avanzando en la licuación de los pasivos remunerados y la reducción del déficit cuasifiscal. En este sentido, el BCRA redujo el déficit cuasifiscal a la mitad del ritmo que llevaba en las semanas previas al traspaso de mando, aunque sigue corriendo a un ritmo anualizado de 92% de la base monetaria amplia (base monetaria + pasivos remunerados en pesos). Por otro lado, incluso bajo un tipo de cambio flexible como anticipa el gobierno, el BCRA necesita contar con reservas netas para eventualmente intervenir en el mercado cambiario si hubiera un deterioro de expectativas», fundamentaron.
Para los analistas, uno de los principales obstáculos para liberar el cepo es que las reservas netas son negativas
Asimismo, Francisco Ritorto concordó que «todavía falta acumular reservas para una eventual salida del cepo». Pero marcó también otro aspecto que dificulta tomar pronto esa medida: «La salida del cepo implica renunciar al impuesto PAIS, tributo que ha tomado mayor importancia en la recaudación nacional, actualmente es el cuarto gravamen con mayor aporte a los recursos tributario». .
¿Cuándo se unificará el mercado de cambio?
En este contexto, la consultora 1816 advirtió que «sería temerario levantar el cepo de un día para el otro, las condiciones iniciales son infinitamente más desafiantes que en diciembre de 2015, pero un paso intermedio podría ser ‘ir probando las aguas’ con el levantamiento secuencial de distintas restricciones cambiarias».
«Dadas las acciones recientes del gobierno (en alusión a la baja de las tasas) nos cuesta ver que la unificación se de durante el segundo trimestre de 2024, salvo que haya financiamiento externo de magnitud tal que Milei se sienta cómodo con la ecuación riesgo-beneficio de liberar todo», indicaron.
Al respecto, en Facimex Valores juzgaron que «la alternativa de conseguir financiamiento adicional del FMI para levantar los controles cambiarios no es sencilla y, además, requeriría autorización del Congreso por el artículo 2° de la Ley 27.612 de Fortalecimiento de la Sostenibilidad de la Deuda Pública». En ese marco, prevén que «por las condiciones iniciales, lo más probable es que la unificación cambiaria sea un proceso gradual que empiece lentamente a mitad de año e incluya etapas de prueba y error que permitan ir apreciando las consecuencias de cada restricción que se vaya levantando».
«Es probable que las primeras decisiones estén orientadas a liberalizar la cuenta corriente, antes que la financiera. La contracara de un proceso más gradual es que, con un tipo de cambio real apreciándose rápidamente, el BCRA deba acelerar el crawling peg», especularon.
Para el economista Federico Glustein, con la decisión de utilizar el financiamiento excedente en la última licitación de deuda del Tesoro para comprar los dólares al BCRA para pagar los vencimientos de bonos en moneda extranjera (bonares y globales) «quieren estabilizar el BCRA lo antes posible para lograr la unificación cambiaria, pero sigue siendo necesario el ingreso de divisas del exterior, por lo que la unificación puede estar más cerca, pero con fecha aún incierta».
Los analistas no ven factible una unificación cambiaria y liberación del cepo en el segundo trimestre del año
«La idea del gobierno es que primero suceda de forma natural, que el mercado impulse esa unificación vía oferta y demanda, que no se fuerce. Pero no hay respaldo (de reservas) para liberar el cepo. Las trabas son varias: la falta de divisas que sirvan de protección ante una corrida cambiaria, falta mejorar las condiciones de tipo de cambio, y hay muchos pesos en pases dando vueltas que podrían ir a correr al dólar. Falta solucionar esos temas para poder unificar», justificó, y opinó que «a mitad de año se vería un panorama más claro».
Para Ritorto, «la unificación cambiaría queda condicionada a los dólares que traiga la cosecha, lo que le daría al BCRA un mayor poder de fuego en caso de querer liberar el mercado cambiario» por lo cual «habría que esperar al segundo semestre». A su criterio, el levantamiento del cepo «sería de forma gradual si se mantiene una brecha baja, sacando las distintas restricciones que todavía están operativas para finalmente unificar».
Hay expertos que recomiendan levantar el cepo al dólar en 2025
Por su parte, Pablo Repetto, jefe de Research de Aurum Valores desechó la posibilidad de una liberación del cepo en el corto plazo: «La salida del cepo requiere muchos pasos previos. Uno de ellos es convivir con tasas reales positivas que impidan seguir licuando pasivos monetarios».
«Tiene reservas netas negativas, le están retaceando los dólares a los importadores. La realidad es que con (un eventual financiamiento extra de) u$s15.000 millones pueden llegar a terminar el año más o menos bien, pero no para liberar el cepo a esta altura. El camino es muy largo«, auguró.
Según su visión, es factible salir completamente del cepo a fin de 2024 o a prinicipo de 2025, y recalcó que «va a depender que se haya consolidado el ajuste fiscal, que no haya habido grandes niveles de emisión, y que se haya ido licuando un poco toda la posición de pesos de todo el mundo y que estemos con una brecha del 20%».
El analista financiero Christian Buteler cree que «como hay una necesidad política de mostrar el levantamiento del cepo y que vas normalizando la economíae probablemente para junio o comienzo del segundo semestre tengas algún tipo de liberación, pero la total no la veo para antes de fin de año»
Motyl también sostuvo que la decisión del momento de levantar el cepo «terminará siendo una decisión más política que económica». Estimó que se podria empezar a aflojar gradualmente «a partir de principios de 2025«. Y acotó: «yo arrancaría con importadores, si eso no genera una debacle y es sostenible podes sacarlo completamente». Según su opinión, «lo más prudente sería esperar hasta el segundo semestre del 2025 para salir del cepo y lograr una unificación cambiaria».
«Entre las principales consecuencias negativas de una salida imprudente y rápida del cepo se encuentra la inestabilidad cambiaria, que generaría una mayor volatilidad del tipo de cambio y una aceleración de la inflación debido a la depreciación de la moneda local frente a la moneda extranjera. Además, se corre el riesgo de agotar las reservas internacionales, lo que podría agudizar la crisis de confianza de los inversores y aumentar la necesidad de endeudamiento externo a mediano plazo», concluyó.
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