La importancia de detectar un accidente cerebrovascular a tiempo

De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud, se estima que 15 millones de personas en todo el mundo sufren un Accidente Cerebrovascular (ACV) cada año. De ellos, 5 millones lamentablemente fallecen, mientras que otros 5 millones quedan con discapacidades permanentes.

“Se puede clasificar en dos tipos principales: el hemorrágico ocurre debido a la ruptura de un vaso sanguíneo en el cerebro, mientras que el isquémico es causado generalmente por la obstrucción de un vaso sanguíneo debido a un coágulo o un estrechamiento arterial. Ambos pueden tener consecuencias devastadoras si no se tratan a tiempo”, explica la Dra. Valeria El Haj al portal Los Andes.

Los factores de riesgo incluyen la edad, hipertensión arterial, diabetes, sedentarismo, obesidad, tabaquismo, hipercolesterolemia, consumo de drogas y alcohol, así como los antecedentes familiares.

Reconocer los síntomas es esencial para una respuesta temprana: la pérdida repentina de fuerza en brazos, piernas o rostro, confusión, dificultad para hablar, problemas visuales, dificultad para caminar y otros signos son señales de alerta.

Si creés que alguien puede estar sufriendo un accidente cerebrovascular, actuá según las recomendaciones F.A.S.T. y realizá la siguiente prueba:

F-Face (cara): pedile que sonría. ¿Un lado de la cara está caído?

A-Arms (brazos): decile que levante ambos brazos. ¿Un brazo se desvía hacia abajo?

S-Speech (habla): solicitale que repita una frase sencilla. ¿El habla suena arrastrada o dice cosas extrañas?

T-Time (tiempo): si observás alguno de estos signos, llamá a emergencias de inmediato.

En cuanto al tratamiento, el tiempo es un factor crucial. El retraso prehospitalario y el tiempo entre el inicio de los síntomas y el tratamiento deben minimizarse para que los pacientes al ingresar al departamento de emergencias lo hagan dentro del margen de tiempo y puedan considerarse para las opciones más eficaces, como son la trombólisis intravenosa con tPA y el tratamiento endovascular con trombectomía.

La prevención implica el control de los factores de riesgo como la hipertensión, diabetes, tabaquismo y obesidad.