sábado, septiembre 21

Con dólar planchado, cuál es la inversión que mira el mercado para el último trimestre

0
45

Estaba claro que en esta etapa del gobierno de Javier Milei el dólar no iba a ser un buen negocio. Hacia dónde mira la City en el corto plazo

El escenario internacional no podría ser mejor para Argentina. La Reserva Federal de Estados Unidos comenzó a bajar la tasa de corto plazo, y la letra a un año en Estados Unidos se ubica en el 3,98% anual, mientras que el bono de tesorería a 10 años se ubica en el 3,72% anual.

Esto nos da la impresión de un cambio en la pendiente de la curva de tasas, que pasaría de pendiente negativa a neutra, con grandes posibilidades de pasar a positiva y alentar una recuperación en la economía americana.

Al mismo tiempo, el yuan y el real comenzaron a revaluarse, lo que daría lugar a una mejora en la competitividad de nuestro país, ya que se trata de los dos principales socios comerciales.

Inversión para el último trimestre: bonos

La semana termina especialmente bien para el Gobierno. Se conoció que en agosto la tesorería volvió a mostrar superávit financiero. En 8 meses del año 2023, el resultado fiscal era negativo en u$s18.140 millones, mientras que en 8 meses del año 2024 pasó a positivo en u$s2.314 millones.

Esto es viento de cola para la cotización de nuestros bonos. Además, el riesgo país bajó a los 1.300 puntos y pone proa a su primera parada en los 1.100 puntos. Si perfora a la baja dicha marca, podríamos ver al riesgo país debajo de los 1.000 puntos y a la Argentina próxima a colocar deuda en los mercados voluntarios de crédito.

A los valores actuales, los bonos AL29 y AL30 tiene una tasa interna de retorno del 21,0% anual, mientras que el AL35 rinde el 16,3% anual y al AL41, el 16% anual. Vemos altamente probable que los bonos largos puedan subir y mostrar una tasa de retorno del 12% anual en un periodo de tiempo no muy lejano.

La inflación sigue a la baja. En los últimos 4 meses del anterior gobierno, la inflación minorista promedio fue del 11,6%, en los últimos 4 meses fue del 4,2%, una baja significativa. Pero la sorpresa se dio con la inflación mayorista. En los últimos 4 meses del anterior gobierno, la inflación fue del 11,6% anual, mientras que en los últimos 4 meses fue del 2,8% mensual. Increíble el cambio de escenario en materia de inflación, todos los caminos nos conducen a una inflación minorista del 3,5% en septiembre, y no me sorprendería ver una inflación mayorista debajo del 2,0% para el mismo mes.

En el mes de agosto, las exportaciones sumaron u$s6.793 millones y las importaciones, u$s4.830 millones, lo que nos dejó un saldo de balanza comercial de u$s1.963 millones. Tal vez la baja en las importaciones se debió a que muchos importadores postergaron compras ante la baja del impuesto país. Eso lo sabremos el mes próximo, pero esto no empaña que en 8 meses el saldo de balanza comercial sea positivo en u$s14.151 millones, cuando un año atrás el saldo de balanza comercial era negativo en u$s6.168. Muchas cosas están cambiando.

Los salarios siguen aumentando por encima de la inflación, si bien falta demasiado para llegar a salarios que nos permitan una fuerte suba del consumo, es una recuperación importante. En este marco, la tasa de empleo, que se calcula como porcentaje entre la población ocupada y la población total de referencia, pasó de 44,6% en el segundo trimestre del año 2023 a 44,8% en el segundo trimestre del año 2024. Esta tasa es la más importante porque refleja si se han creado o no empleos.

La población ocupada pasó de 13,1 millones en el segundo trimestre del año 2023 a 13,3 millones en el segundo trimestre del año 2024. Claramente, falta crecer mucho más, pero es destacable que, en el marco de un gran ajuste económico, el empleo crece. El desempleo pasó del 6,2% al 7,6%, por el efecto de la suba en la tasa de actividad, que pasa del 47,6% al 48,5%, ante la mayor cantidad de gente que sale a buscar empleo.

Con dólar planchado, brillan los bonos soberanos 

En el marco de las buenas noticias económicas y un Banco Central que hiló una seguidilla de días con compras de dólares importantes en el mercado, el dólar MEP perforó la barrera de los $ 1.200, lo que habla a las claras de la mayor confianza en el plan económico.

El dólar encontrará un piso en la zona de los $1.100 – $1.200, nivel de precios en donde tendremos compradores. Estaba claro que en esta etapa del gobierno de Javier Milei el dólar no era negocio: faltan pesos y, con tasas de interés positivas frente a la inflación, el dólar se mantiene planchado.

La inflación esperada a 12 meses rondaría el 35% anual y las Lecap (Letras de capitalización) a un año rinden el 59%. Esto nos da tasas positivas del 17,8% anual. Cuidado con los que toman financiamiento a tasas del 50% anual, ya que se estarían comprando un «sobretodo de madera» en este contexto de desinflación de nuestra economía.

En el mercado, vemos una suba de los depósitos en dólares, que al 16 de septiembre suman u$s24.077 millones, cuando al 7 de diciembre del año 2023 sumaban u$s16.479 millones. Más depósitos serán sinónimo de más financiamiento en dólares y, consecuentemente, más venta de dólares en el mercado.

Esta suba está relacionada con el blanqueo de capitales, por ende, aparece plata nueva para reactivar la economía, y subirán activos reales y financieros.

En este escenario, todos los caminos conducen a una fuerte suba de bonos soberanos. Los bonos en pesos ajustados por inflación pierden atractivo, y las Lecap brillan por sus tasas positivas.

Las acciones deberían mostrar lo mejor de sí, sin embargo, una ola de venta en las acciones americanas está empañando su performance. Por ahora, los bonos siguen siendo grandes ganadores para los que tiene una postura conservadora. Desde el 2 de agosto a la fecha, el bono AL35 subió un 25% en dólares, y no es poca cosa.