Cristina Kirchner arremete para eliminar las PASO y agita el nombre de “Wado” de Pedro como candidato

La Vicepresidenta quiere usar la lapicera para armar las listas. Alberto Fernández defiende la interna y no está dispuesto a ceder. Una fuerte pelea podría desatarse en el Gobierno.

Nota extraída de TN por Marcelo Bonelli

El debate acerca de las PASO 2023 vuelve a llenar de tensión los pasillos de la Casa Rosada. En el lapso de unas horas, varios dirigentes cercanos a Cristina Kirchner salieron a insistir con la eliminación de las primarias, mientras que referentes del albertismo defienden la idea de discutir las candidaturas en una gran interna.

“No voy más al pie de Cristina”, repite el presidente Alberto Fernández en su entorno más íntimo. Cansado de los constantes embates del kirchnerismo duro, el mandatario parece no estar dispuesto a ceder en la cuestión y se mantiene firme en su idea de sostener las PASO.

En el Gobierno aseguran que la Vicepresidenta quiere elegir a dedo al candidato presidencial y evitar cualquier discusión electoral. Su favorito es el ministro del Interior y referente de La Cámpora Eduardo “Wado” de Pedro, un hombre del riñón K. El propio funcionario nacional declaró el jueves que era necesario eliminar las PASO y que el candidato presidencial debe discutirse internamente.

El kirchnerismo quiere que Wado de Pedro sea el candidato a presidente del Frente de Todos

El último lunes, el diputado y líder de La Cámpora, Máximo Kirchner, dijo sobre De Pedro que “es muy capaz y está en una edad interesantísima”. Sin embargo, su nivel de conocimiento es bajo y todavía no fue demasiado medido por los encuestadores.

El otro apellido que por naturaleza suena como posible candidato es el del ministro de Economía Sergio Massa, que en este tiempo al frente de la cartera logró estabilizar el dólar, calmar los mercados y sumar reservas, pero aún no logró controlar la inflación, el gran flagelo del Gobierno. El expresidente de la Cámara de Diputados dice en la intimidad que su familia no quiere que sea postulante al sillón de Rivadavia.

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Lo cierto es que la discusión por las PASO atraviesa el Frente de Todos y divide aún más las aguas. El Presidente -hasta ahora- siempre sostuvo su discurso y pidió en retiradas oportunidades decidir las candidaturas en una interna. En los últimos días, creció el rumor de que el Presidente tiene intenciones de ir por una reelección.

El Presidente sigue enviando señales: el jueves pidió que “en ningún lado se tergiversen los procesos electorales”, en lo que puede leerse como un mensaje a los reclamos del kirchnerismo.

“No quiero que en ningún lado no se respete la democracia ni el veredicto popular ni se tergiversen los procesos electorales que están en marcha”, en la inauguración de la sesión plenaria de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la Unión Europea (UE) en el Centro Cultural Kirchner.

La disputa interna en el Gobierno por las PASO

Del otro lado -a favor de las PASO- están las organizaciones sociales del albertismo, que con el Movimiento Evita a la cabeza buscan pelear las intendencias de varios municipios. Para ello se encuentran trabajando en conjunto con un sector de la Confederación General del Trabajo (CGT), que también reclama más espacio en las listas.

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Inmediatamente después de la media sanción del Presupuesto 2023, llegó un primer proyecto para eliminar las PASO a la Cámara de Diputados. Lo presentó, como había anticipado TN, Luis Di Giacomo, de Juntos Somos Río Negro (JSRN), espacio que suele funcionar como aliado del oficialismo en ambas cámaras legislativas. Por ahora, el oficialismo no unificó postura y el debate generó una fuerte interna en el Frente de Todos.

La iniciativa deroga el Título II de la Ley 26.571 (que regula actualmente el régimen de las PASO), con modificaciones a la Ley 19.945 (Código Nacional Electoral), a la Ley 26.215 (Ley de financiamiento de los partidos políticos) y a la Ley 23.298 (Ley orgánica de los partidos políticos).

Entre los fundamentos se enumeró que la finalidad de las PASO “se ha desvirtuado”, que atenta a la gobernabilidad, ya que licúa el poder del Gobierno hasta el traspaso de mando y que incrementa “innecesariamente” el gasto del Estado.