En la sala AMIA de Comodoro Py hoy deberán hablar cuatro testigos. Por el intento de asesinado están siendo juzgados Fernando Sabag Montiel, Brenda Uliarte y Nicolás Carrizo.
Finalizada la feria judicial de invierno, este miércoles se reanudó el juicio por el intento de asesinato de Cristina Kirchner, que tiene a tres integrantes de “la banda de los copitos” en el banquillo de los acusados:Fernando Sabag Montiel como autor, Brenda Uliarte como partícipe necesaria, yNicolás Carrizo como partícipe secundario.
En la cuarta audiencia, que se desarrolla en la sala AMIA del Palacio de Tribunales de Comodoro Py, declaró en primer lugar Diego Emiliano Bermúdez Bringue, un secretario privado de la exvicepresidenta. Luego lo harán tres militantes que estuvieron el día del atentado, ocurrido el 1° de septiembre del 2022.
Bermúdez Bringue estuvo al lado de CKF en el momento en el que Sabag Montiel le gatilló en la cabeza con un arma Bersa calibre 22 que, si bien estaba apta para el disparo, la bala se trabó en la recámara y la entonces vicepresidenta se salvó de milagro.
El secretario de la exfuncionaria quedó registrado en el video que fue filmado por Kiara Barreto, una militante del Frente Social peronista que aportó las imágenes que fueron claves para llevar la causa a juicio.
Sin embargo, durante su declaración, contó que al principio no pudo ver bien lo que había sucedido porque había mucha gente. “Él (Sabag Montiel) levanta la mano, empieza a decir ‘soy compañero, soy compañero’ y se va para atrás”, relató sobre el momento del ataque, y admitió que no supo lo que había pasado hasta minutos después del hecho.
“Ahí lo agarré del cuello de la campera y un compañero empieza a gritar “¡tiene un fierro, tiene un fierro! Yo no sabía cómo reaccionar. Me tiré de cabeza y lo palpé en la cintura”, continuó.
Luego, cuando entraron al ascensor del edifcio donde vivía CFK, ella le preguntó que habia pasado porque creía que se trataba “de una gresca entre compañeros”.
Después de eso, Bermúdez Bringue dijo que alguien le avisó que en realidad se había tratado de una persona que se había presentado “con un fierro”, algo que, según el secretario, Cristina Kirchner negó porque no lo podía creer.
Cuando le dijeron que Sabag Montiel estaba armado y que había gatillado, entonces el secretario subió al departamento de la exvicepresidenta para contarle.
Para la querella, se trató de un atentado financiado por la oposición
La querella busca obtener detalles adicionales que puedan esclarecer la planificación y ejecución del atentado, así como identificar a posibles autores intelectuales detrás del ataque, ya que sostienen que Sabag Montiel estuvo financiado por la oposición y no actuó por decisión propia, a pesar de que él mismo se autoinculpó.
“El atentado fue con un fin personal y no para beneficiar a ningún sector político”, dijo durante su declaración como imputado ante los jueces Sabrina Namer, Adrián Grünberg e Ignacio Fornari,y agregó: “Yo quería matar a Cristina”.
“La doctora Kirchner es corrupta, roba, hace daño a la sociedad y demás cuestiones que son sabidas. Me sentí humillado porque pasé de tener un buen pasar económico a vender copitos. Ella es la cúspide de la jerarquía política y la culpable de todo”, denunció.
Sin embargo, fue su expareja Brenda Uliarte la que introdujo la posibilidad de que todo haya sido planificado por otras personas de poder. “Yo no sé por qué ‘Nando’ hizo esto, pero sí sé que él no es capaz de organizar y hacer todo esto solo, claramente alguien está atrás. Y Carrizo sabe todo esto, pero él va a cubrir a Nando, porque no quiere tener quilombo con los de arriba, saben que hay peso pesado”, declaró antes del juicio.
En la ampliación de su declaración indagatoria, Uliarte señaló que, según escuchó, el diputado Gerardo Milman le pagaba a personas que formaban parte de Revolución Federal para generar disturbios en la casa de Cristina Kirchner.
“Yo nunca vi a Milman, pero decían que le pagaba a varias personas para que participaran en manifestaciones y con ello generar disturbios y violencia alrededor de la residencia de Cristina Kirchner”, sostuvo la joven, procesada como partícipe necesaria del intento de magnicidio.
En un texto que firmó desde la cárcel de Ezeiza y presentó ante el Tribunal Oral Federal N°6, Uliarte explicó: “Había gente contactada al gobierno anti K, que pagaban para que vayamos a las marchas, y a los actos, en realidad le pagaban a él y él me llevaba a mí”.
A pesar de esto, durante el comienzo del juicio Brenda no quiso hablar del tema. Incluso, la defensa buscó suspender el debate alegando que la joven tenía problemas de salud mental, que estaba medicada y solicitó pericias psiquiátricas que la podrían declarar inimputable.
De hecho, durante la jornada de este miércoles estuvo escuchando la audiencia por zoom por “cuesiones médicas”, y se comportó de manera particular, ya que se mostró riendose y haciendo gestos. El tribunal tuvo que llamarle la atención varias veces.
Por su parte, Nicolás Carrizo, el jefe de “los copitos”, se desligó de cualquier tipo de responsabilidad y aseguró que se enteró del atentado por televisión. “Me metí en este quilombo por una joda y no puedo creer que esté preso”, dijo.
En las próximas audiencias, se espera la declaración de más testigos, expertos forenses y posiblemente algunos implicados que aún no testificaron. En cuando a la declaración de Cristina Kirchner, podría presentarse a mediados de agosto.