La Cámara de Diputados se prepara para tres sesiones especiales cargadas de incertidumbre y negociaciones frenéticas. El oficialismo, liderado por Martín Menem, busca evitar un nuevo revés legislativo y asegurar el quórum necesario para tratar temas de educación y seguridad. La Libertad Avanza, junto al PRO, intentará declarar a la educación como un «servicio esencial», pero necesitará apoyo de otros bloques para alcanzar los 129 votos necesarios. A su vez, la UCR ha convocado a una sesión separada para debatir un aumento del presupuesto para las universidades nacionales, un tema que genera preocupación en el oficialismo debido a su impacto potencial en el déficit fiscal.
Gabriel Bornoroni, presidente del bloque oficialista, expresó su apoyo a la declaración de la educación como un servicio esencial, mientras que Soledad Carrizo, de la UCR, subrayó la necesidad de actualizar los salarios docentes como parte de esta discusión. Sin embargo, desde la Casa Rosada, se resisten a avanzar en este aumento presupuestario, citando riesgos para el equilibrio fiscal.
La situación es aún más compleja debido a la falta de un calendario de sesiones ordinarias, lo que ha llevado a esta serie de sesiones especiales, generando críticas desde distintos sectores, como el de Encuentro Federal, que lamenta la falta de normalidad en el funcionamiento de la Cámara.
Además, se prevé un debate sobre la situación en Venezuela, el financiamiento de las universidades, y la discusión de un repudio al gobierno de Nicolás Maduro. Las discusiones podrían verse interrumpidas por cuestiones de privilegio relacionadas con denuncias de violencia de género contra el expresidente Alberto Fernández y visitas de diputados libertarios a represores en prisión. Las reuniones internas de cada bloque y una eventual sesión de Labor Parlamentaria definirán el rumbo de estas sesiones clave para el futuro legislativo del país.