martes, noviembre 5

El ambicioso plan de Milei para ahorrar miles de millones de dólares con la eficiencia energética

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El ahorro energético por el cambio a electrodomésticos de menor consumo puede ser equivalente a la producción anual de una o varias centrales eléctricas

El Gobierno lanzó el plan de financiamiento para la adquisición de electrodomésticos con alto nivel de eficiencia energética como un primer paso de un desafío mucho más ambicioso, que apunta al recambio de las heladeras, lavarropas y aires acondicionados existentes por unidades con la más alta categoría de etiquetado, con un ahorro que a escala nacional podría superar el 10% de todo el consumo de energía eléctrica del país.

De cara a los objetivos de la Agenda 2030 y en vistas a los riesgos de colapso del sistema en caso de aumentos de consumo en los meses de verano, la Secretaría de Energía procura de esta manera avanzar en línea con los criterios impuestos hace años en la Unión Europea y, más cerca en el tiempo, Estados Unidos, atendiendo no solo la generación de energía sino también la demanda, en especial la residencial, foco de más del 20% de todo el consumo nacional.

Claves del ahorro de energía para las familias y el Gobierno

Al respecto, desde Argentina Green Building Council (AGBC) puntualizaron sobre el doble propósito que implica «un ahorro para las familias y el Estado», tanto por menor necesidad de importación de combustibles, la posibilidad de exportar y el principal objetivo de esta estrategia, como es una reducción del consumo equivalente a la generación de una o varias centrales eléctricas.

El director ejecutivo de la entidad, Guillermo Simón Padrós, detalló a iProfesional las características del consumo energético en los hogares y la importancia de tornarlo más eficiente y responsable: los equipos de aire acondicionado y calefacción representan el 38% del consumo de energía total de una vivienda, que sumado a los equipos de calentamiento de agua -que representan el 35%- llegan a más del 70% del consumo«.

Más allá del impacto en la economía familiar, el tema es una preocupación en los despachos oficiales, si se tiene en cuenta que por cada 5 puntos porcentuales de reducción en el consumo residencial hay una baja de un punto en demanda energética global.

«Con un consumo anual estimado en 130.000 GWh, el ahorro energético potencial del recambio de equipos de aire acondicionado split on/off por inverter es de 6%, equivalente a la producción anual de Salto Grande o dos veces la de El Chocón«, señaló a iProfesional Marcelo Pérez Larraburu, jefe de Producto en Energía y responsable de Desarrollo de Negocios en BGH Eco Smart.

El ambicioso plan de Milei para ahorrar miles de millones de dólares con la eficiencia energética

En el mismo sentido se expresó Salvador Gil, director de la carrera de Ingeniería de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) y miembro del Área de Pensamiento Estratégico de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO), que puso el acento en la heladera, el único electrodoméstico que permanece en funcionamiento las 24 horas del día y representa en promedio el 22% del consumo residencial.

Cómo cambió el consumo de los electrodomésticos

«Las heladeras de los años 70 consumían ocho veces más energía eléctrica que un modelo actual de categoría A y costaban seis veces más a valores constantes, es decir que una unidad más eficiente no solo implica un importante ahorro de energía, sino que también cuesta mucho menos comprarla», dijo Gil a iProfesional, para adentrarse en el análisis del ahorro que representa la adecuación tecnológica a escala nacional.

En ese sentido, preciso que «antes de la pandemia, el consumo promedio de una heladera era de unos 850 kwh, en tanto una nueva consume alrededor de 300 kwh. Tomando una existencia de unas quince millones de heladeras en todo el país, esa diferencia de 550 kwh por unidad es el equivalente a casi toda la generación de energía nuclear en el país«, aseguró.

De esta forma, los ahorros sumados de todos los electrodomésticos y gasodomésticos en condiciones de ser reemplazados por modelos de la más alta calificación en el etiquetado energético van mucho más allá de un monto menor en las facturas de luz y gas en los domicilios y pasan a ser un objetivo de política económica.

O, para decirlo en las palabras de Gil, «construir una usina como Atucha I costaría unos u$s5.000 millones, pero el financiamiento para la compra de heladeras nuevas tiene un costo muchísimo menor».

El plan de Javier Milei para ahorrar en energía

Ese cálculo es tenido en cuenta en la Secretaría de Energía y fue fundamental para que Milei le diera el aval al plan de financiamiento. Más allá de sus conocidas declaraciones en contra de las políticas para mitigar el cambio climático, los expertos en la materia tienen en cuenta un hecho que pasó por alto a muchos analistas: desde la campaña electoral el presidente se mostró junto a Eduardo Rodríguez Chirillo como su principal asesor en materia de energía.

Se trata de alguien que vivió veinte años en España, uno de los puntales de la eficiencia energética en Europa, y se desempeñó en la compañía Iberdrola, líder en generación de energías renovables.

Es por eso que para Gil es «correcta» la adopción del plan de financiamiento de compra de electrodomésticos, ya que «la eficiencia energética es la actitud que siempre se debió haber tenido» pero, con tantos años de tarifas subsidiadas «la gente no se preocupó en mejorar su consumo, porque los costos de energía no eran un factor de importancia a considerar».

«Pero lo que hay que entender que, con tarifas subsidiadas o no, el país siempre paga el precio internacional de la energía importada. Y eso pega en la balanza comercial el déficit fiscal, en todos lados», sostuvo.

Sin embargo, el especialista consideró que el plan de financiamiento quedaría incompleto si no se lo complementa con un programa masivo de canje de los aparatos reemplazados. «Es una bala de plata que no siempre funciona como se espera -sostuvo-, porque si no se pone el acento en el desguace de las heladeras viejas, pasarán a ser usadas como una segunda opción en quinchos, garajes, casas de veraneo, etc. De esa forma no solo no habrá ahorro, sino que además hay que tener en cuenta que las unidades de tecnología obsoleta emiten gases que son altamente perjudiciales para la atmósfera».

«Estos planes han dado buenos resultados en muchos lados«, rescató, al tiempo que trazó una comparación con lo sucedido en los últimos años con el reemplazo paulatino de las lámparas incandescentes «que consumían diez veces más que las LED» y una opción que podría abrirse en el mediano plazo con canjes por fuera de una planificación oficial.

En ese sentido, planteó que en la actualidad, con la baja relativa del precio de las LED, «organizar un plan canje no tendría sentido y lo mismo puede pasar con las heladeras, que el canje lo termine haciendo la gente».