El coronavirus entre los principales motivos de discriminación en Argentina
Nota extraída deClarín por Pablo Sigal
Es la conclusión a la que llegó una investigación del Observatorio de Psicología de la UBA. Los resultados, en base a una encuesta realizada en toda Argentina.
El Observatorio de Psicología Social Aplicada de la Universidad de Buenos Aires realizó una investigación que pone en escena un aspecto hasta ahora poco debatido de la pandemia de coronavirus. Se trata de la discriminación hacia las personas Covid positivas y los prejuicios que genera esta enfermedad en la sociedad.
El trabajo incluye una encuesta a 1.534 personas de todo el país, que da cuenta de cómo esta pandemia ya se ubica a la par de los principales motivos de discriminación en la Argentina.
“Hay una serie de prejuicios hacia ciertos grupos sociales específicos a lo largo de la historia, tales como el prejuicio hacia los inmigrantes, hacia la mujer, hacia la homosexualidad, hacia los adultos mayores, hacia la obesidad y hacia la discapacidad mental.
Además, debido a la situación de pandemia, comenzó a emerger el prejuicio hacia personas con Covid-19”, dice el informe del Observatorio de la UBA.
¿Por qué la discriminación?
¿Por qué se discrimina por Covid? “Durante los períodos de enfermedad y brotes generalizados, las personas tratan de reducir las posibilidades de infectarse mediante distintas conductas, como evitar a los demás, en especial a otros desconocidos o extranjeros.
Cuando las enfermedades infecciosas se consideran una amenaza, en el afán por darle un sentido a la adversidad, las personas pueden derivar la responsabilidad de la enfermedad hacia otros grupos a los que asocian con el surgimiento de dicha afección o bien como potenciales vectores del contagio”, explican los investigadores.
La discriminación por Covid, según esta investigación, supera al prejuicio por homosexualidad y se ubica algo por detrás del prejuicio por obesidad. Inmigrantes latinoamericanos, discapacidad mental, sexismo benevolente (“Un hombre está incompleto sin la mujer”), sexismo hostil (“Las mujeres se ofenden muy fácilmente”) y ageísmo (discriminación por edad) fueron los aspectos analizados. Del 1 al 10, el prejuicio por coronavirus da un índice de 4,62, mientras que la mayor el grupo social más discriminado tiene un índice de 5,68.
En cuanto al prejuicio por coronavirus específicamente, los autores del estudio afirman que “este fenómeno de atribución de la responsabilidad en un otro específico permite reducir la ansiedad que genera la incertidumbre de poder contagiarse. La amenaza percibida que supone el virus y su circulación puede manifestarse a través del prejuicio hacia quienes se consideren la fuente de la amenaza”.
En este sentido, el trabajo destaca que “se encontraron mayores niveles de prejuicio tanto sutiles como manifiestos hacia personas de origen asiático en general cuando la amenaza de la pandemia es percibida con mayor fuerza y el contacto y exposición a las personas de origen asiático es menor”.
Por otra parte, los investigadores explican que las personas con Covid pueden ser “culpadas” de haber contraído la enfermedad, y acusadas de no cumplir con los protocolos establecidos o no tomar las precauciones necesarias.
Prejuicios:
Surgen frases como: “La mayoría de las personas con Covid 19 se contagiaron por no tomar los recaudos necesarios”; o “Las personas con Covid son peligrosas para los demás”.
Hay otro punto que destaca el trabajo, firmado por los doctores Edgardo Etchezahar, Joaquín Ungaretti y las licenciadas Paula Bria y Agustina Pesce. “En relación a la situación de aislamiento dentro de los hogares, comenzaron a circular discursos que retrotraen al disciplinamiento y control de los cuerpos haciendo foco en el aumento de peso como una consecuencia “indeseable” del aislamiento y el consecuente prejuicio hacia personas con obesidad, evidenciando los mandatos del modelo de belleza hegemónico, que señala el aspecto físico deseable caracterizado como ‘flaco’, ‘sano’ y ‘joven’”, afirman.
Hay un aspecto más, no abordado por esta investigación y que forma parte de este mismo escenario: el mismo concepto de “centro de aislamiento” ,que son los lugares que se utilizan para llevar a los pacientes con coronavirus en la Ciudad y el GBA, conlleva en sí mismo su cuota de inevitable “discriminación”. La política sanitaria legitima esas decisiones como algo positivo porque son la herramienta para que los enfermos no sigan contagiando.
El mismo observatorio de la UBA había difundido a mediados de mayo un informe que daba cuenta de los trastornos psicológicos que la cuarentena estaba provocando en la sociedad. Ahora el motivo de análisis fue la esta otra “pandemia” que también se viraliza: la de la discriminación y el prejuicio siempre asociados a la ignorancia y a lo desconocido.