viernes, abril 26

El ex esposo de Miss Bolivia se autodenunció en la Justicia y desmintió a la cantante

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El investigador del CONICET Emmanuel Taub publicó un texto en las redes en el que afirmó que su separación fue “con armonía y en los mejores términos»; la artista lo había denunciado en las redes por violencia de género La cantante María Paz Ferreyra, más conocida como Miss Bolivia, sorprendió este fin de semana a sus cientos de miles de seguidores en las redes sociales al publicar enigmáticos mensajes y muchas fotografías de su cuerpo lastimado. Horas después se conoció que las mismas eran parte de una denuncia contra su ex esposo, el investigador Emmanuel Taub, quien se había separado de ella hacía sólo semanas.

Esto último se confirmó a través de un comunicado del propio Taub, quien se autodenunció ante el Ministerio Público Fiscal para que investiguen las denuncias realizas en las redes por Miss Bolivia.

Ambos se habían casado hacía tres años y hasta habían buscado adoptar.

La primera respuesta de Taub llegó a través de un comunicado hecho público el pasado domingo. “Les comparto la triste noticia de mi separación de Paz con armonía y en los mejores términos. Gracias por el respeto, el apoyo y el amor”, escribía el doctor en Ciencias Sociales en su cuenta de Instagram, donde publicó un comunicado para aclarar las circunstancias de dicha ruptura.

Ahora se conoció que el ex esposo de la cantante se autodenunció en la Justicia. “La idea no es denunciarla a ella puntualmente, para nada. La intención es que tome intervención la Justicia para que el tema pueda correr por los andariveles correspondientes. El perjuicio para Taub fue tanto personal como profesional, ya que se le suspendieron distintas actividades y charlas”, explicó a Infobae Jorge Monastersky, abogado de Taub.

El académico comienza con diversos episodios ocurridos durante la cuarentena: “Con mi cónyuge María Paz Ferreyra (Miss Bolivia) nos encontramos separados de hecho hoy en proceso de divorcio. No nos vemos personalmente desde el 16 de mayo del corriente. Este proceso de separación comenzó en febrero de este año en el que me fui de mi casa en dos diferentes oportunidades. Regresé para comenzar la cuarentena. Desde ese momento la convivencia se fue tornando cada vez más difícil ante los planteos de Paz Ferreyra de no soportar que mi hora de trabajo sea la nocturna, momento en el que encuentro la tranquilidad y libertad para pensar y escribir”.

Taub puntualiza sobre una noche en particular: “Hablamos al respecto sobre lo que nos pasaba y por primera vez me dijo que ella sentía angustia porque trabajaba de noche y no me metía a dormir con ella porque era lo que vivió de chica con su papá y el divorcio de sus padres, en donde él la dejaba esperando a la salida del colegio hasta que al anochecer la celadora debía llamar a la madre para que la busque. Me dijo que eso para ella era una violencia simbólica que le ejercía el padre y que lo veía en mí. Compartíamos todas las cenas y a veces algunas series de televisión. Y luego yo me iba a trabajar para volver a la cama matrimonial junto a ella por la madrugada”.

Sobre las lesiones

En otro extracto del escrito, Taub habla sobre las fotos de las lesiones y solicita que llamen a declarar a su ex: “En cuanto a las raspaduras del brazo que publica en alguna de las fotos recuerdo que tales imágenes nada tienen que ver con hechos de violencia de género sino con un posteo que había hecho en Instagram relatando que había que cuidarse con el piso mojado (esas fotos son algunas de las que posteó en la supuesta denuncia de violencia de género). Es por ello que solicito cite a la Sra. Paz a efectos de que deponga bajo juramento las fechas y motivos de las publicaciones realizadas con carácter urgente”.

WhatsApp, series y discusiones

Y continúa en su relato a la Justicia: “El miércoles 29 de abril, luego de realizar una entrevista por Instagram, le cuento a Paz que estaba feliz porque hubieron 18.000 personas mirando y ella se encerró en su estudio. Mientras trabajaba en el mío comienzo a recibir mensajes de ella de WhatsApp en los que comienza a agredirme porque según ella ‘dije cosas de otro documental que no había visto’ a lo que le contesté que aclaré en la nota que ella me lo había contado porque soy malo para ver series y películas pero que sí podía explicar el contexto de la ultraortodoxia judía partiendo de aquel ejemplo”.

“Los mensajes ofensivos continuaron hasta que le dije que no quería discutir y tras ello ella vino a mi encuentro a prepotearme porque había detenido la discusión. Cuando le expliqué que no iba a discutir con ella porque me estaba atacando con sus mensajes me dijo que eso no era así y decidimos a ir a verlos al WhatsApp Web de su computadora. Al leerlo, me miró y me dijo que ella nunca había escrito eso y que alguien le había ‘hackeado’ su WhatsApp”, cuenta en su relato de lo sucedido.

Tras esto, siempre según su versión ante la Justicia, el especialista en cultura judía tomó la decisión de irse del departamento que compartían desde hacía tres años, cuando se casaron: “Ante ese escenario me di cuenta que el problema ya necesitaba otro tipo de ayudas profesionales y que yo no tenía capacidad para seguir en esta relación. Ella se fue a dormir y yo estuve tres horas tomando valor para irme de la casa ya que sabía que no iba a regresar. A las 3 de la mañana del 30 de abril la fui a despertar para contarle de mi decisión y se desató un escándalo a los gritos por su parte ya que había decidido irme”.