miércoles, noviembre 6

El Gobierno disolvió fondo para pymes tras auditoría por “desmanejos millonarios”

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El vocero presidencial, Manuel Adorni, confirmó el cierre del FONCAP. La medida apunta a ahorrar $100 millones mensuales.

El Gobierno decidió cerrar el Fondo de Capital Social (FONCAP), un programa orientado a otorgar créditos y capacitaciones a microempresas, tras detectar múltiples irregularidades en su administración. Así lo informó Manuel Adorni, vocero presidencial, durante una conferencia de prensa en Casa Rosada. Adorni señaló que el FONCAP, bajo la órbita del Ministerio de Economía, había “derivado en una estructura administrativa sobredimensionada” y era operado de manera discrecional, sin garantizar que los recursos llegaran efectivamente a los emprendimientos más necesitados.

Según Adorni, la disolución del fondo generará un ahorro estimado en $100 millones por mes, gracias a la eliminación de los costos fijos relacionados con el personal y la infraestructura administrativa. El vocero detalló que la decisión fue tomada luego de una auditoría exhaustiva realizada por la Sindicatura General de la Nación (SIGEN), la cual evidenció serias fallas en el manejo del FONCAP y una baja efectividad en su función de apoyo a las pymes.

Un fondo cuestionado desde su origen

El FONCAP fue creado en 1997 con un capital inicial de USD 40 millones, con el objetivo de brindar financiamiento y capacitación a microempresas y fomentar el crecimiento de este sector. Sin embargo, de acuerdo con las declaraciones de Adorni, el fondo “no cumplió sus objetivos fundacionales”, y en cambio, terminó dedicando la mayor parte de sus recursos a sostener una estructura administrativa que, en la práctica, aportaba poco valor a las pymes.

“El 74% de los gastos del FONCAP se destinaba a sueldos y cargas sociales, y apenas un 8% del capital original permanece hoy en las cuentas del fondo”, explicó el vocero. De acuerdo con la auditoría, en el último año, el fondo apenas había otorgado 20 créditos, lo que representa una cifra irrisoria en comparación con los altos costos de operación. “Mantener esta estructura es insostenible, y un gasto que los contribuyentes no deberían seguir cubriendo”, añadió el funcionario libertario.

Uso discrecional de los fondos

Otro de los puntos críticos de la auditoría de la SIGEN es que el fondo distribuía los créditos “de manera discrecional”, sin un criterio claro que asegurara el apoyo a proyectos sostenibles o con alto potencial de crecimiento. Según Adorni, esta falta de transparencia en la distribución de los fondos no solo violaba los principios de buena administración, sino que además dejaba a las microempresas fuera del alcance del programa.

Adorni subrayó que el Gobierno tomó la decisión de intervenir debido a la evidente ineficiencia del programa. “El Estado no debería ser el principal promotor de estos fondos si no puede asegurar una gestión responsable. Este tipo de programas terminan generando costos inmensos para los contribuyentes y no aportan un verdadero impulso al sector pyme”, señaló.

Uno de los hallazgos más preocupantes de la auditoría fue el costo operativo del fondo en relación con los resultados obtenidos. Adorni informó que, de los $100 millones de gasto mensual que representaba el FONCAP, cerca de $80 millones eran destinados al pago de salarios de los 26 empleados que lo componían. Además, $20 millones eran utilizados en costos de oficinas, sin que se justificaran estos gastos en función de la cantidad de créditos otorgados.

“Estos gastos son un claro ejemplo de cómo los fondos públicos se desperdician en estructuras ineficientes”, dijo el portavoz presidencial. “Cuando el FONCAP fue creado, la intención era que funcionara como un verdadero apoyo al sector productivo, pero lo que encontramos fue una estructura que se consumía el capital en sí misma y no generaba los resultados esperados.”

Implicancias y el futuro de los programas de apoyo a pymes

El cierre del FONCAP es una medida que se enmarca en el plan del Gobierno de reducir el gasto público y mejorar la eficiencia en la administración de recursos estatales. Adorni mencionó que se están evaluando alternativas para que las microempresas y las pymes puedan acceder a financiamiento sin depender de fondos administrados por el Estado, a fin de que el apoyo se canalice a través de entidades privadas que aseguren un manejo más transparente y efectivo.

“La experiencia con el FONCAP nos deja una lección: el rol del Estado en programas de financiamiento debe ser revisado para evitar caer en este tipo de estructuras sobredimensionadas que no cumplen con su propósito. Nuestro objetivo es crear un entorno donde las pymes puedan prosperar sin depender de fondos estatales que no están diseñados para operar de forma eficiente”, concluyó Adorni.

El vocero presidencial adelantó que el Ministerio de Economía trabajará en nuevos esquemas de financiamiento para las pymes, priorizando la colaboración con el sector privado y entidades financieras que tengan un compromiso con el desarrollo de estos proyectos. Aunque aún no se detallaron las características de estos nuevos programas, se espera que los mismos estén enfocados en optimizar el acceso a créditos de bajo costo y a capacitación específica, brindando herramientas que las empresas puedan aprovechar para crecer de manera sostenible.