jueves, julio 4

El Gobierno relativiza la reacción del mercado y enfrenta presiones para conocer sus planes para el dólar

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Por la incertidumbre sobre cuándo se va a levantar el cepo, las variables financieras mostraron números rojos. En despachos oficiales aseguran que “no es un problema” y advierten: “Hasta que los agentes se adecuen al nuevo escenario puede haber volatilidad”.

La jornada con la que el Gobierno dio inicio a la “segunda fase” de su plan económico no dejó los resultados esperados. Lejos de llevar calma a los inversores, los anuncios vinculados a la estrategia monetaria no generaron grandes sobresaltos y sí sembraron mayor ansiedad por la falta de precisiones sobre el rumbo del esquema cambiario. En otras palabras, el mercado se inquieta e insiste para conseguir la respuesta a la pregunta que más se repite por estos días: ¿Cuándo se va a levantar el cepo?

El ministro de Economía, Luis Caputo; y el titular del Banco Central (BCRA), Santiago Bausili, recibieron a unos 80 representantes del sector financiero en las oficinas de la calle Reconquista. Allí, dieron detalles sobre el traspaso de la deuda de la autoridad monetaria al Tesoro, cuya reglamentación -la letra chica de la medida- se conocerá probablemente el jueves, después de la reunión de directorio.

El ministro de Economía fue el encargado explicar los objetivos en materia fiscal y cambiaria, pero nuevamente, no dio plazos e insistió en que la salida de cepo se hará “cuando se den las condiciones”. Por eso, los representantes del sector financiero no encontraron grandes novedades. “No tienen ningún apuro en levantar el cepo”, resumió un banquero que formó parte de la reunión y sí dio una pista: “Sabemos que va a a ser en etapas, gradual, sin sobresaltos”.

Pasado el encuentro, la incertidumbre se trasladó al mercado. Los dólares financieros registraron subas de hasta 3%, el blue trepó $40 y cerró en $1405, por lo que marcó un nuevo máximo histórico, mientras que el riesgo país superó los 1500 puntos y las acciones de las empresas argentinas que operan en Wall Street llegaron a caer más de un 9%.

En los despachos oficiales intentaron restarle importancia a la situación. “La reacción de los mercados es la típica volatilidad que se produce frente a un escenario de excesivas ganancias de estos meses, sumado a un nuevo programa monetario/fiscal que pocas veces se ha visto en la Argentina”, argumentaron. E insistieron: “Hasta que los agentes se adecuen al nuevo escenario puede haber volatilidad. No es un problema”.

El ministro de Economía, Luis Caputo, y el titular del Banco Central, Santiago Bausili. (REUTERS/Matias Baglietto).
El ministro de Economía, Luis Caputo, y el titular del Banco Central, Santiago Bausili. (REUTERS/Matias Baglietto).Por: REUTERS

“El mercado sigue enfocado en las dificultades de cara a la normalización cambiaria”, evaluó Pedro Siaba Serrate, jefe de Research y Estrategia de PPI. Y aclaró: “Los anuncios del viernes fueron interesantes (sobre todo en relación al incremento de tasa efectiva que eventualmente ocurra tras la ejecución de las novedades), pero no contenían un mensaje de tinte cambiario, lo cual no atiende la ansiedad del mercado frente a este tema. Paradójicamente, el equipo económico no puede dar ni certezas ni demasiados pistas en relación a la salida del cepo porque eso afectaría el sistema de incentivos y complicaría aun mas la situación”.

Pero eso no es todo. Más allá de la falta de precisiones sobre cuándo se levantarán las restricciones cambiarias, también hay preocupación por otras cuestiones. En primer lugar, por lo que pueda pasar con la acumulación de reservas del Banco Central, que en junio cerró su primer mes con saldo negativo desde el inicio de la gestión de Javier Milei. “El mercado no está viendo con buenos ojos que el Banco Central vaya a perder US$2000 millones en los próximos meses”, sentenció Javier Casabal, Estratega de Renta Fija de Adcap.

Además, todavía existe cierta incertidumbre por los riesgos de la nueva estrategia monetaria que prevé migrar los $17 billones de pases del Banco Central a la Secretaría de Finanzas a través de la emisión de una Letra de Regulación Monetaria, principalmente porque requerirá de mayor esfuerzo fiscal para los próximos meses.

“Hay interrogantes sobre el esfuerzo que va a tener que hacer el Tesoro por trasladar los pasivos. Hay dos cuestiones centrales: primero, que será necesario un rebote de la actividad económica para mejoren los ingresos tributarios y el superávit no recaiga solo en el ajuste del gasto; y la segunda es que un riesgo país en 1500 puntos te aleja de la capacidad de acudir a los mercados internacionales”, alertó Diego Martínez Burzaco, de Inviú.

“Se busca evaluar el esfuerzo fiscal adicional necesario y la dinámica de las reservas en vista a que el momento no habría cambios en los principales lineamientos de la política cambiaria. No conformaron las expectativas, más allá de reconocer la importancia de seguir avanzando en el saneamiento de la hoja de balance del BCRA, aún cuando ello requerirá de mayor esfuerzo fiscal. Una ‘brecha’ como la actual del orden del 50% debería ser suficiente, y será importante que se pueda estabilizar para evitar distorsiones y un deterioro en las expectativas”, reflexionó el economista Gustavo Ber.