El reparto de poder en el Frente deTodos:cómo impacta en reformas y el acuerdo con elFMI
Con la llegada de las listas, qué prevén los analistas en la composición del Congreso y dentro de la coalición oficialista. Cuáles serán las repercusiones en la agenda futura.
Los analistas internacionales y nacionales miran las elecciones legislativas en clave del reparto de poder de cara a 2023 pero también dentro de la coalición gobernante. Las dudas se centran en las diferencias que mostró el kirchnerismo con el ala más «moderada» que representa Martín Guzmán y el «albertismo».
Mientras hoy los accionistas del Frente de Todos cierran filas,
las diferencias por tarifas o el nivel de gasto público generan
incertidumbre sobre el aval que tendrían las reformas por el acuerdo con
el Fondo Monetario Internacional.
«Es difícil que las elecciones cambien dramáticamente la composición del Congreso pero puede ampliar la diferencia entre las facciones más moderadas y más de izquierda y eso puede determinar la futura discusión por las reformas y cuánta voluntad hay», planteó Todd Martínez, director senior del área de Soberanos para las Américas de Fitch Ratings.
Sobre las medidas «electoralistas» destacan que el Gobierno está haciendo todo lo posible para evitar una devaluación del peso, hubo ajustes mínimos en tarifas y aumentan los subsidios. «Todo puede ser viable en el corto plazo por la suba de los precios de soja y la distribución de los Derechos Especiales de Giro (DEG) por parte del FMI. Pero evitar un ajuste este año solo implica desbalances mayores para el próximo año».
En campaña, buscan dejar atrás las incertidumbres. «No vamos a poder destinar los u$s 4300 millones que recibiremos del FMI a recuperar la economía», dijo la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner pese a que su ex secretario Oscar Parrilli habría presentado en el Senado un proyecto para que no puedan usarse al pago de deuda. Los DEG cancelarán así los pagos con el Fondo y buscarán descomprimir la presión sobre el dólar.
Para los economistas de Torino Capital Group, las tensiones políticas llevaron a distintos sectores afines a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner a resistir las medidas de Guzmán. Hoy evitan mostrar grietas en clave electoral, pero «podrían limitar el camino de la consolidación fiscal y la estabilidad cambiaria sostenibles en el mediano y largo plazo», advierten. Allí recuerdan la interpretación de los inversores institucionales reflejada en la reciente degradación de Argentina a Standalone Market en el MSCI.
Shock de expectativas con el fmi
Para el analista de Fitch, «la Argentina y el FMI tienen un interés mutuo por llegar a un acuerdo pero hay diferencias de políticas». Esto puede llevar a que «no sea un buen acuerdo» que genere «un shock positivo en las expectativas».
«El ajuste fiscal puede no ser el punto más duro. Las reformas estructurales van a ser más arduas. Este es un Gobierno que agregó a los problemas: subió impuestos, aumentó los controles de capital y endureció las regulaciones laborales. Es difícil ver qué puede pedir el FMI«, agregó el analista.
En el frente monetario reconoció que si bien «el FMI seguramente no ve con buenos ojos la mezcla de tasas de interés negativas, controles capitales estrictos y un tipo de cambio fuertemente administrado», el modelo de libre mercado del programa con Mauricio Macri «terminó en lágrimas en 2019».
En cuanto a las perspectivas de devaluación, «el peso no parece muy apreciado entonces no es algo que la economía necesite desesperadamente. Del otro lado, hay un gran problema de confianza y demanda de dólares y eso no parece que se vaya a ir. Por eso los analistas consideran que se necesita un peso devaluado para incrementar reservas», aunque tendría impacto en precios.
Pasados estos debates, las presidenciales de 2023 estarán a la vuelta de la esquina. «Hay poco espacio para determinar el momentum de las reformas», agregó Martínez.
f:Cronista