El titular de la AFA no esperaba el fallo adverso del Tribunal de Disciplina, ya que se había comprometido con los jugadores de la Selección a que el partido no se volvería a disputar; la decisión encendió las alarmas internas por la falta de peso político del “Chiqui”

El partido suspendido entre Brasil y Argentina, por las Eliminatorias Sudamericanas, se volverá a jugar por decisión del Tribunal de Disciplina de la FIFA y sin la presencia de un puñado de jugadores de la Selección, quienes fueron suspendidos por su accionar el pasado 5 de septiembre en el Neo Química de San Pablo. Así lo comunicó la casa matriz de la FIFA que funciona en Zurich, Suiza, a través de un comunicado.

El fallo cayó como un baldazo en Viamonte 1366, donde nadie esperaba que la decisión del Tribunal pusiera a rodar la pelota nuevamente tras la escandalosa suspensión forzada por las autoridades sanitarias brasileras. Así lo reconoció el propio abogado de la AFA, Andrés “Patón” Urich, quien en diálogo con La Red explicó: “No lo esperábamos así y menos con esas características. Estamos sorprendidos, con bronca y un poco de dolor, no lo esperábamos”.

Urich tuvo que salir ante los medios a aclarar el fallo ya que fue él mismo quien había prometido que la decisión del Tribunal de Disciplina iba a ser favorable para la Selección Argentina. Desde la AFA vendieron esta versión como un hecho a periodistas, por lo que todos daban por descontado que los puntos irían para la Argentina. Sin embargo, la reprogramación del partido y las sanciones a los jugadores de la Selección hicieron que el titular de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia estallara en privado y pidiera explicaciones.

Además, ahora Tapia deberá dar explicaciones a los jugadores de la Selección, a quienes les había jurado que el partido se lo iban a dar por ganado a la Argentina.

“Chiqui estaba re caliente, pero porque sabe que esto lo deja expuesto”, comentaron cerca de Viamonte a NEXOFIN. Ante la consulta puntual sobre qué implicaría esta “exposición”, la misma fuente explicó: “El fallo refleja falta de peso político dentro de la estructura internacional por parte de Tapia. Es una vergüenza que a la Argentina le suspendan jugadores y le hagan jugar de nuevo ese partido, pero es consecuencia de la falta de lobby que tiene la actual dirigencia”.

Al revolver el pasado reciente para entender la decisión del Tribunal de Disciplina, muchos apuntan a una “traición” de Tapia a Infantino.

“Muchos dicen que Infantino quedó enojado con el Chiqui porque, cuando lo recibió el año pasado en Ezeiza, le habría comprometido apoyarlo en su intención de hacer mundiales cada dos años, y dos semanas después estaba firmando una carta con el resto de los presidentes de la Conmebol repudiando la iniciativa”, recordaron fuentes dirigenciales del fútbol a NEXOFIN.

El dato no es menor, ya que el objetivo de aquella gira internacional de Infantino tenía como principal objetivo sumar intenciones en pos de jugar cada dos años el mundial.