EVANGELIO DEL DÍA

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EVANGELIO DEL DÍA🌾

Juan 17,11b-19

En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, oró, diciendo: «Padre santo, guárdalos en tu nombre, a los que me has dado, para que sean uno, como nosotros. Cuando estaba con ellos, yo guardaba en tu nombre a los que me diste, y los custodiaba, y ninguno se perdió, sino el hijo de la perdición, para que se cumpliera la Escritura. Ahora voy a ti, y digo esto en el mundo para que ellos mismos tengan mi alegría cumplida. Yo les he dado tu palabra, y el mundo los ha odiado porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los retires del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Conságralos en la verdad; tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así los envío yo también al mundo. Y por ellos me consagro yo, para que también se consagren ellos en la verdad.»

Palabra del Señor
🌾 MEDITACION DEL EVANGELIO🌾

Jn 17, 11b-19:

💫La unidad

1) Que sean uno:

Si hay una crítica que nos pega es la falta de unidad de los que somos Iglesia. Estamos divididos entre los de afuera y los de adentro: los evangelistas y la variedad de ramas, los católicos y las peleas de grupos internos, los curas y las peleas entre ellos, las monjas y las peleas entre sus propias comunidades, etc… pero lo maravilloso de esto es que a pesar de todo ello “la Iglesia sigue”, porque la unidad la genera el Espíritu Santo y es el Espíritu quien la guía.

2) La unidad:

Estar unidos no es lo mismo que estar uniformados, porque la unidad acepta las diferencias y ve en las diferencias un potencial para crecer. Sin embargo, en estos tiempos caímos en la actitud de que quien piensa distinto a mí es mi enemigo o un bandido. La uniformidad es que todos sean iguales y que no se marquen diferencias, es algo ficticio y, de alguna manera, todo se termina rompiendo. En muchas familias aparece esa mamá o ese papá que busca que todos sean iguales y hasta piensen igual que él o ella, provocando que quien piense distinto sea la oveja negra de la familia. Pasa en las instituciones, donde a quien tiene una visión distinta hay que correrlo de nuestro espacio porque lo vemos como una amenaza. Nunca lograrás que todos sean uniformados y, si lo logras, estarás matando carismas y herramientas para enriquecer a la humanidad y a la familiaridad, y hasta me animo a decirte que a la institución.

3) En la verdad:

Vivir en la verdad es caminar en la realidad y no vivir en un mundo ficticio que vos mismo te creas. Aprende a asumir las cosas como son y deja de vivir con sueños que solo vos mismo inflas. Uno cosecha lo que siembra, pero hay veces que quiere cosechar cosas que no siembra porque uno se miente. Aprende a ser perseverante en tus decisiones y sé claro con vos y con lo que vos querés en tu vida. Para vivir en la verdad es importante mirarte y reconocerte. Algo bueno está por venir.