lunes, julio 8

EVANGELIO DEL DÍA

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EVANGELIO DEL DÍA🌾

Mateo 15, 21-28

En aquel tiempo, Jesús se marchó y se retiró al país de Tiro y Sidón.
Entonces una mujer cananea, saliendo de uno de aquellos lugares, se puso a gritarle: «Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo.»
Él no le respondió nada.
Entonces los discípulos se le acercaron a decirle: «Atiéndela, que viene detrás gritando.»
Él les contestó: «Sólo me han enviado a las ovejas descarriadas de Israel.»
Ella los alcanzó y se postró ante él, y le pidió: «Señor, socórreme.»
Él le contestó: «No está bien echar a los perros el pan de los hijos.»
Pero ella repuso: «Tienes razón, Señor; pero también los perros se comen las migajas que caen de la mesa de los amos.»
Jesús le respondió: «Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas.»
En aquel momento quedó curada su hija.

Palabra del Señor
🌾 MEDITACION DEL EVANGELIO🌾

Mt. 15, 21-28:

💫Jesús no se detiene.

1) Una mujer cananea:

A Jesús no le importan los rótulos ni tampoco los curriculums. A Jesús le importan las personas. Eso creo que tenemos que tener en cuenta vos y yo en la vida. Dejemos de estar mirando al otro por su currículum y aprendamos a hacer un poco mejor esta vida a la gente que nos rodea. Esta mujer tenía a su hija mal y sale a buscar ayuda de Jesús. Cuántas personas salen a buscar a Jesús porque no pueden más o porque les aflige la vida de quienes aman. Pienso en padres desesperados que buscan ayuda en la fe y en la religión, personas que tienen dolores y buscan a Jesús. Nos pongamos las pilas porque nos necesitan, llevemos compañía y consuelo. Llevemos a Jesús.

2) Nos persigue:

Los apóstoles no entienden el dolor de la mujer, solo entienden que les molesta el grito. Cuántas veces te molesta el dolor del otro, en vez de compadecernos de ese otro. Llévalo a Jesús, pero nunca pierdas la capacidad de hacer sentir bien a las personas que te necesitan.

3) Qué grande es tu fe:

La fe puede ayudar a vivir la vida de una manera distinta. La fe puede dar respuesta, la fe puede animar. Hoy te invito a que vivas tu fe y que tu fe sea viva. Te invito a animarte a seguir luchando por lo que querés y amas. Quiero que seas feliz, pero con Dios y que te animes a enfrentarte, y que sea Dios tu compañero y testigo de tu vida. La fe puede cambiarlo todo y todo lo podés cambiar con fe. Algo bueno está por venir.