jueves, octubre 17

EVANGELIO DEL DÍA

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Marcos 1, 21-28

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos entraron en Cafarnaún, y cuando el sábado siguiente fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron asombrados de su doctrina, porque no enseñaba como los escribas, sino con autoridad.
Estaba precisamente en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, y se puso a gritar: «¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios.»
Jesús lo increpó: «Cállate y sal de él.»
El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió. Todos se preguntaron estupefactos: «¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo. Hasta a los espíritus inmundos les manda y le obedecen.»
Su fama se extendió en seguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea.

Palabra del Señor
🌾 MEDITACION DEL EVANGELIO🌾

Mc. 1, 21-28:

💫Se sorprendieron.

1) Cafarnaum:

Entraron al lugar en donde había indiferencia, al lugar en donde había rotulismo y poca religiosidad. Capaz que hoy tenés que arriesgarte a entrar en los lugares que te cuestan, entrar en personas que te ignoraron o lastimaron, entrar en esa casa donde te rotulan. Tómate como desafío el llegar a ese lugar donde hablan de vos, pero no te conocen, para que te conozcan y cambien su hablar. Tómate el desafío de ir a compartir con aquellos que están frente a vos y no te conocen, para que sepan quién sos.

2) Autoridad:

La autoridad no te da ningún poder, sino que la autoridad es el poder que logras ante los demás por tu actitud de vida y por tu forma de vivir. No te podés valer de ningún cargo ni de ningún papel para tener autoridad, sino que pasa por tus logros y superaciones. La autoridad se logra por ese enfrentar la vida y por asumir quién sos. Aprende que la vida se logra con sacrificio y los sacrificios de tu vida te llevan a valorar las cosas de la vida y las cosas de la vida que tenés se adquieren por tu forma de vivir y de ser y esa forma de vivir y de ser es lo que te da autoridad.

3) Demonios:

Vos y yo podemos ayudar a mucha gente a aliviar su vida. Deja de meter el dedo en la llaga y ayuda a que la gente sane. No seas mete púa, más bien sé un alivio para aquel a quien le cuesta la vida. Hay veces que pasamos a ser más promotores de dolores que asistentes de alivio. Hoy poné un poco de vos y sé capaz de ayudar a que otros lleven la vida con más alivio y no con más presión. Algo bueno está por venir.