sábado, septiembre 21

EVANGELIO DEL DÍA

0
84

EVANGELIO DEL DÍA🌾

Mateo 25,31-46

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria y serán reunidas ante él todas las naciones.
Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras.
Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda.
Entonces dirá el rey a los de su derecha:
“Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.
Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme”.
Entonces los justos le contestarán:
“Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?”.
Y el rey les dirá:
“En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis”.
Entonces dirá a los de su izquierda:
“Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis”.
Entonces también estos contestarán:
“Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?”.
Él les replicará:
“En verdad os digo: lo que no hicisteis con uno de estos, los más pequeños, tampoco lo hicisteis conmigo”.
Y estos irán al castigo eterno y los justos a la vida eterna».

Palabra del Señor
🌾 MEDITACION DEL EVANGELIO🌾

Mt 25, 31-46:

💫Este tiempo es tiempo de hacer el bien

1) Convoca:

Es lo primero que vemos en el Evangelio: los reúne y los separa. Porque quiero que entiendas que en esta vida no podés estar aislado, no podés seguir estando solo. Jesús te llama a vivir en familia y a estar en unión con otros. Compartir. El todopoderoso, incluso, quiso estar con 12 personas hasta el final de su misión en la tierra, sabiendo que es difícil compartir. No es bueno que te aísles y vivas en soledad total. Provoca el compartir y el reunir, salí, busca, invita, visita, aunque tengas que remarla duro muchas veces. Mándale un mensajito de WhatsApp preguntando cómo está o llégate a visitar. No uses las excusas, las excusas son excusas, esto de que te duele la rodilla o que no podés porque tenés muchas cosas, etc. Date tiempo para compartir la vida, para compartir con las personas. Deja de buscarle los defectos. Compartí que la vida es corta.

2) Con mis hermanos:

Hoy se nos habla de la buena acción. En este tiempo de Cuaresma hay que actuar haciendo el bien, sin mirar a quién. Los cristianos estamos llamados a hacer acciones concretas y simples. Estamos medio dormidos, pero debemos levantarnos para trabajar en el prójimo. Hay mucha gente que nos necesita, pero mucha, y no nos damos cuenta. Si la Iglesia no sale, y en esto me refiero a vos y a mí, nos enfermamos y viviremos en un chismerío total, tremendo, porque no tendríamos más que hacer que criticarnos entre nosotros. Salí, propone. Vos manijea, así se juntan a hacer comida para los pobres o visitar enfermos o ir a evangelizar una zona, tenés infinidad de cosas que podés hacer. Hagamos acciones buenas, que eso nos va a ayudar a salir.

3) El premio:

Jesús mira nuestro actuar. Es nuestra forma de ser con los demás lo que nos lleva a ese cielo o a ese infierno. Tus actos son lo que permiten que vos vivas en paz con los demás y también son tus actos ante los demás lo que puede llevar a que tu vida misma se convierta en un infierno. Cuidado. Hay veces que uno se queja del «porqué todos me atacan» y capaz que el problema no sean «todos» sino «vos». El problema no es de todo el mundo, el problema es tuyo. Hay veces que incomoda, pero ánimo y que tu vida sea un cielo porque, como dice San Pablo: «la felicidad está más en dar que en recibir». Algo bueno está por venir.