La Casa Rosada quiere definir a los candidatos a través de los armadores que responden a la Secretaría General de la Presidencia. La Vicepresidenta no descarta impulsar una nueva fuerza partidaria.

El vínculo entre Victoria Villarruel, la vicepresidenta de Argentina, y la mesa chica de la Casa Rosada está atravesando un momento de tensiones crecientes. Karina Milei, la secretaria general de la Presidencia y hermana del presidente Javier Milei, está impulsando la exclusión de Villarruel del armado de listas para las elecciones legislativas de 2025. La principal queja del círculo cercano del presidente es que Villarruel no ha mostrado un apoyo firme a la agenda política de la Casa Rosada, lo que ha generado fricciones.

Karina Milei está enfocada en la consolidación de La Libertad Avanza (LLA) como una fuerza política autónoma a nivel nacional, para evitar depender de coaliciones como la que se formó en 2023. En este esfuerzo, Eduardo «Lule» Menem, subsecretario de Gestión Institucional, y Sebastián Pareja, titular de Integración Socio Urbana, están jugando roles clave en el armado político en diferentes regiones del país.

Por otro lado, Villarruel ha renunciado a la presidencia del Partido Demócrata bonaerense y está considerando la posibilidad de formar una nueva fuerza política con base territorial. Aunque no ha definido su estrategia para las próximas elecciones, es claro que está buscando opciones para influir en el armado electoral.

Las diferencias también se han manifestado en temas específicos, como la candidatura del juez federal Ariel Lijo a la Corte Suprema, a la que Villarruel se opuso públicamente, calificándola como «controversial». Este desacuerdo se suma a las críticas del senador Francisco Paoltroni y ha intensificado las tensiones internas en el gobierno.

En medio de estas tensiones, las fricciones entre Karina Milei y el asesor presidencial Santiago Caputo también se han hecho evidentes, especialmente en relación con la estrategia digital de La Libertad Avanza y el armado político en la provincia de Buenos Aires.

Este escenario de conflictos y tensiones internas dentro del gobierno podría tener un impacto significativo en las dinámicas políticas y electorales de cara a 2025.